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Pequeños monos extraordinarios
Game Boy Color

Pequeños monos extraordinarios

Rare se permitió el lujo de llevar el magnífico juego de Snes a un sistema muy inferior, y el resultado fue espectacular.

Por Egogamerx,
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En 1994 Rare ya era una compañía conocida por crear excelentes juegos para microordenadores y consolas de 8 y 16 bits (ya fuese como Ultimate o Rareware), pero fue en ese año cuando dio el salto de calidad definitivo y se convirtió en una de las empresas con más prestigio del sector, y todo gracias a Donkey Kong Country. Y es que cuando las consolas de 32 bits asomaban la patita y los juegos en 3D eran el futuro de la industria, los ingleses sorprendieron a propios y extraños con un juego de plataformas preciosista en 2D con gráficos prerenderizados para la Super Nintendo, demostrando que aún le quedaba mucha cuerda al Cerebro de la Bestia y de paso dándole una estocada a Sega y su Megadrive.

Seis años después Rare ya era una desarrolladora consagrada como una de las grandes tras crear juegazos como toda la trilogía DKC, Killer Instinct, Blast Corps, Goldeneye o Banjo-Kazooie. Pero en ese año 2000 no iba a ser menos y tras lanzar Perfect Dark en Nintendo 64, el que para algunos es su mejor juego, se atrevió con algo que parecía imposible, trasladar el Donkey Kong Country de SNES a una consola portátil de 8 bits, la Game Boy Color.


Empecemos por comentar lo obvio, técnicamente esta versión es muy inferior a la original tanto en gráficos como en sonido. Dejando esto aparte, el trabajo que se hizo en este port es cuanto menos extraordinario. Prácticamente todo el juego de SNES está metido en el pequeño cartucho de la portátil, algunos elementos con ligeras variaciones, pero están ahí. Todas las fases están disponibles tal cual estaban en el original, añadiendo además una extra. Podemos jugar tanto con Donkey como con Diddy, aunque sólo aparece un mono a la vez en pantalla. Y también están disponibles los animales (rinoceronte, pez espada, rana, avestruz y loro), aunque en este caso no nos montamos en ellos sino que sustituyen a los monos. En cuanto a los recortes, no podemos disfrutar de la pequeña intro musical de la versión 16 bits ni de las inclemencias meteorológicas durante las fases.

Gráficamente el juego está adaptado a la pequeña pantalla de la consola, cuenta con un menor detalle gráfico tanto en escenarios como en personajes aunque el tamaño de los sprites de estos últimos si es el mismo que el de su hermana mayor. Las animaciones son extraordinarias para tratarse de un sistema de 8 bits y aunque el juego en general va muy fluido cuando se juntan más de dos enemigos en pantalla sufre de acusadas ralentizaciones. La cámara aunque buena, te puede dejar vendido en alguna ocasión cuando tienes que cambiar rápidamente la dirección del personaje. En cuanto al sonido, repite la banda sonora del original con una menor calidad por culpa del hardware pero los temas siguen siendo igual de memorables.

El control del personaje es sencillo y está bien adaptado, saltamos con B, con A hacemos un ataque en movimiento y aceleramos nuestro desplazamiento y con Select cambiamos de personaje. Es importante que el control sea bueno porque aunque el juego va ganando en dificultad según avanzamos, llega un momento, sobretodo a partir del penúltimo mundo que nos encontramos una descompensación en la dificultad del juego. Unas fases nos las pasaremos a la primera y otras las repetiremos una y otra vez, principalmente por culpa de saltos muy ajustados o por algún enemigo colocado con muy mala baba, algo que puede llegar a desesperar a cualquiera. Curiosamente, los jefes finales que en otros juegos suelen ser los momentos más difíciles en este son un paseo, no hay ninguno difícil, ni siquiera el último.


El juego cuenta con seis mundos de cinco o seis fases cada uno más un jefe final y se puede terminar en menos de dos horas, todo depende de las veces que mueras, por lo que seguramente se alargue al menos al doble de horas. Afortunadamente cuenta con salvado lo que lo facilita bastante, aunque sólo guarda el avance de fases y no las vidas que tengamos. Cuando terminemos el juego obtendremos un determinado porcentaje de completado que podremos aumentar encontrando las salas de bonus de todas las fases hasta llegar al 101%, lo que supone todo un reto. Además existen una serie de minijuegos fuera del modo principal, que aunque no aportan gran cosa si que pueden alargar la diversión con el cartucho. Por último, y como curiosidad, este juego fue el primero de la saga en contar con textos en Castellano.

Por todo esto, Donkey Kong Country es sin ninguna duda uno de los mejores plataformas disponibles para Game Boy Color, sobretodo si nunca has jugado al de SNES y quieres disfrutar del juego en cualquier parte.
Análisis de Donkey Kong Country para GBC: Pequeños monos extraordinarios
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Alternativas
Otros platadormas como Super Mario Bros Deluxe, Wario Land 2 y 3, Rayman o Shantae.
La proeza técnica de poder jugar Donkey Kong Country en una portátil de 8 bits.
La dificultad no está bien calibrada.
Más allá de los recortes técnicos obvios, el trabajo de Rare trasladando el juego a Game Boy Color es de una factura exquisita.

Información del juego

Donkey Kong Country

Game Boy Color

Fecha de lanzamiento: 17 de noviembre de 2000
Desarrollado por: Rare
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