PlayStation 3
Adaptados al averno
Una de las series insignia de PC aterriza de la mejor de las maneras posibles, demostrando que Diablo es totalmente jugable con un mando de consola. Quizá hasta mejor.
Por David Manukyan,
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Si a algún jugón con ciertos conocimientos le preguntaras cuáles son las grandes series de videojuegos de PC, seguramente te respondería WoW, Starcraft, Half-Life, Age of Empires o Diablo, entre otros muchos. Y, es que si existen juegos tan arraigados en consola como Mario, Zelda, God of War que jamás imaginaríamos su aparición oficial en ordenadores, del mismo modo jamás nos imaginaríamos una de las series insignia de PC en alguna consola, pese a aislados e infructíferos intentos en el pasado.
Blizzard ha querido romper con esa tradición con Diablo III, en PC y Mac desde hace algo más de un año. La comunidad fan de Diablo es enorme, y se refleja perfectamente con más de 10 millones de ventas en ordenadores. Anunciado también para la futura PS4, las veteranas consolas de la actual generación, X360 y PS3 acaban de recibir una brillante adaptación de este ARPG tan querido.
El juego nos sitúa en Tristán, una ciudad devastada por la invasión de los muertos vivientes que han despertado de su letargo tras la caída de un meteoro sobre la catedral. En esa catedral se encuentran el viejo Caín y su sobrina Leah, ésta última fundamental en la historia, que incluso nos ayudará a lo largo del transcurso del juego. La historia está bien narrada, pese a ser algo topicona y todo, absolutamente todo viene en un impecable doblaje al castellano, desde conversaciones hasta lecturas de libros. Junto al genial doblaje, nos llega una preciosa banda sonora ambiental, claro que esto lo sabíamos, en PC/Mac ya lo bordaban.
La acción entra en el minuto uno previo intro y selección de personaje, entre las cinco clases disponibles: Bárbaro, Médico Brujo, Monje, Mago y Cazador de Demonios. Nuestro héroe tendrá un amplio abanico de equipamiento y habilidades(activas y pasivas) para personalizar un estilo de combate acorde a las preferencias de cada uno. La premisa es sencilla y típica: nos enrolamos en la piel de un héoe para acabar con miles de enemigos a lo largo de grandes mapas y laberínticas mazmorras creadas aleatoriamente por el juego. Todo ello mezclando elementos de acción en vista cenital y personalización rolera de los personajes. Las habilidades activas de nuestro héroe gastan ciertos puntos de espíritu, el maná del juego. Dichos puntos se pueden recuperar o bien a golpeando enemigos con el ataque normal, o bien con habilidades pasivas que nos rellenan el indicador de espíritu. Si bien los ataques están limitados por la cantidad de puntos de espíritu, no está permitido repetirlos continuamente hasta que se agote la energía dado que éstos poseen un contador personal que se iniciará cuando los ejecutemos. No será posible realizar de nuevo la habilidad hasta que ésta se haya regenerado. Aquí tomarán también mucha importancia las runas, que podremos escoger una por habilidad, según se vayan desbloqueando. Las runas tomarán un papel fundamental a la hora de cambiar el efecto del ataque, en ocasiones reduciendo el gasto de espíritu, en otras aumentando la potencia del golpe...
Blizzard ha querido romper con esa tradición con Diablo III, en PC y Mac desde hace algo más de un año. La comunidad fan de Diablo es enorme, y se refleja perfectamente con más de 10 millones de ventas en ordenadores. Anunciado también para la futura PS4, las veteranas consolas de la actual generación, X360 y PS3 acaban de recibir una brillante adaptación de este ARPG tan querido.
El juego nos sitúa en Tristán, una ciudad devastada por la invasión de los muertos vivientes que han despertado de su letargo tras la caída de un meteoro sobre la catedral. En esa catedral se encuentran el viejo Caín y su sobrina Leah, ésta última fundamental en la historia, que incluso nos ayudará a lo largo del transcurso del juego. La historia está bien narrada, pese a ser algo topicona y todo, absolutamente todo viene en un impecable doblaje al castellano, desde conversaciones hasta lecturas de libros. Junto al genial doblaje, nos llega una preciosa banda sonora ambiental, claro que esto lo sabíamos, en PC/Mac ya lo bordaban.
La acción entra en el minuto uno previo intro y selección de personaje, entre las cinco clases disponibles: Bárbaro, Médico Brujo, Monje, Mago y Cazador de Demonios. Nuestro héroe tendrá un amplio abanico de equipamiento y habilidades(activas y pasivas) para personalizar un estilo de combate acorde a las preferencias de cada uno. La premisa es sencilla y típica: nos enrolamos en la piel de un héoe para acabar con miles de enemigos a lo largo de grandes mapas y laberínticas mazmorras creadas aleatoriamente por el juego. Todo ello mezclando elementos de acción en vista cenital y personalización rolera de los personajes. Las habilidades activas de nuestro héroe gastan ciertos puntos de espíritu, el maná del juego. Dichos puntos se pueden recuperar o bien a golpeando enemigos con el ataque normal, o bien con habilidades pasivas que nos rellenan el indicador de espíritu. Si bien los ataques están limitados por la cantidad de puntos de espíritu, no está permitido repetirlos continuamente hasta que se agote la energía dado que éstos poseen un contador personal que se iniciará cuando los ejecutemos. No será posible realizar de nuevo la habilidad hasta que ésta se haya regenerado. Aquí tomarán también mucha importancia las runas, que podremos escoger una por habilidad, según se vayan desbloqueando. Las runas tomarán un papel fundamental a la hora de cambiar el efecto del ataque, en ocasiones reduciendo el gasto de espíritu, en otras aumentando la potencia del golpe...