Los demonios también lloran

Capcom golpea de nuevo

Estamos, sin duda alguna, ante uno de los mejores juegos de todo el extenso catálogo de PS2.
Mucha gente se lo esperaba tras poder disfrutar de una demo de DMC que venía con el lanzamiento, meses antes, de RECVX. Muchos, como yo, se pasaron mas tiempo jugando a la demo con la boca abierta que al propio Code Veronica. Y no es que este último fuera mal juego, todo lo contrario, sino que la nueva apuesta de Capcom con Devil May Cry hizo que muchos poseedores de la negra de Sony se lanzaran corriendo a las tiendas a hacerse con una copia de esta maravilla en 3D. Era un mes de Diciembre, y como de costumbre estaba plagado de buenos juegos. ¡A todos nos encanta ese mes! ¿Verdad?. Sin duda uno de los de mayor movimiento del sector con la campaña de Navidad por delante.

Pero algo tuvo que tener este juego para que movilizase a tanta gente. Y ese "algo" no es ni mas ni menos que Capcom innovando. Una de las compañías con mas peso en el sector se disponía a abrir una nueva saga, y nadie podía perdérselo.

DMC parte de un argumento muy tópico y usado hasta la saciedad tanto en juegos como en películas de cine: la eterna lucha entre el bien y el mal. Pero lejos de esta simplicidad argumental, lo que hace grande a este titulo son la belleza y posibilidades de sus frenéticos combates "a lo Matrix" (e incluso mejores), y una realización 3D sólo igualada hasta esas fechas por el incombustible GT3 A-Spec. Pero vayamos por partes...

Una amenaza infernal

El argumento del juego nos pone en antecedentes. Un antiguo príncipe demonio, que ha desarrollado plenamente sus poderes en el Averno, se erige como dueño y señor de todos los reinos del inframundo y planea la expansión de su imperio con la conquista del mundo exterior. Los planes de Mundus, que así se llama este ser, se ven truncados por un poderoso diablo llamado Sparda, que se levanta contra las hordas demoniacas al mando de tropas rebeldes y consigue vencerlos y encerrar a su oscuro señor en una cripta. Tras su victoria, Sparda abandona el Inframundo y se va a vivir al mundo de los humanos, donde mantiene una relación con una mortal de la que nace un hijo mitad humano, mitad demonio...su nombre es Dante, el protagonista de nuestra aventura.

La advertencia es clara. Transcurridos 2000 años, el emperador de los demonios será liberado y reemprenderá la conquista del mundo. Sólo el hijo de Sparda podrá impedir la extinción de la raza humana para toda la eternidad...
Y es aquí cuando tomamos los mandos de Dante, que recibe la visita de una bella mujer llamada Trish, la cual le comunica que la hora ha llegado. En la remota isla de Mallet, Mundus ha creado una puerta que une el mundo de los humanos con el Inframundo. Su ejercito infernal ya está preparado. Es hora de que los demonios se lleven su merecido y Dante haga honor a la leyenda de su padre, la existencia de la raza humana esta en sus manos.