Xbox
Hoy no termina nunca
El último trabajo de Arkane es un shooter en primera persona donde nuestro objetivo es romper un bucle temporal en el que estamos atrapados.
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He de reconocer que las obras que tratan sobre viajes temporales siempre despiertan en mí dos sentimientos aparentemente alejados: miedo y admiración. La segunda es bien sencilla de entender, ¿quién no iba a querer cambiar acontecimientos de nuestra vida de los que nos arrepentimos o que simplemente nos han marcado más para mal que para bien? El miedo, por su parte, viene más por las consecuencias detrás de las acciones que tomamos intentando cambiar el pasado. Es aquí donde la mayoría de libros, películas o incluso series (me viene a la mente, a bote pronto, Dark) suelen patinar: mantener la coherencia tras todas las bifurcaciones que hemos puesto en marcha tras esas decisiones es una tarea harto complicada.
Los shooters en primera persona, o FPS, son otro gran tema del que se podría hablar largo y tendido. Personalmente pienso que es un género bastante manido que en algún momento llegó incluso a quemarse debido a la sobrerrepresentación de títulos que entre poco y nada tenían que aportar. En un género lleno de títulos clónicos es necesario tener una seña de identidad que te sepa diferenciar de tus competidores. El último trabajo de Arkane (estudio francés detrás de obras como Dishonored o Prey) trata de conjugar estos dos ingredientes, a saber: shooter y viajes temporales. Este análisis intentará dilucidar que tal les ha salido este concepto. Podemos adelantar que Deathloop es un trabajo valiente que apuesta por una ambientación, un gameplay y un argumento cuidados.
En Deathloop nos podemos en la piel de Colt, un buen hombre que sin saber cómo se encuentra atrapado en una isla en la que ocurre una anomalía singular: el día se repite en un bucle infinito, cuando la noche acaba comienza el mismo día de nuevo. Nuestro objetivo en el juego es romper el bucle y bien temprano se nos comunica que la forma de conseguirlo es acabar con ocho jefes finales durante un mismo día.
Estos jefes finales, llamados aquí visionarios, viven también en la isla de Blackreef y dependiendo del momento del día los encontraremos en una u otra de las cuatro localizaciones del juego. El día consta, a su vez, de cuatro franjas horarias diferenciadas (mañana, mediodía, tarde y noche) y sólo podremos visitar una localización en cada una de estas franjas. El problema aquí es que el inexorable paso del tiempo hace que de forma natural no podamos acabar con la vida de todos los visionarios el mismo día. Es por ello que el juego nos reta a ir recorriendo estos cuatro escenarios una y otra vez en busca de pistas que consigan mostrar patrones de conducta de los visionarios para así lograr nuestro objetivo. Durante el transcurso del juego descubriremos, por ejemplo, que dos visionarios se ven todas las tardes en una cierta ubicación: este será el momento de acabar con su vida a la vez. También descubriremos que si ejecutamos ciertas acciones por más tontas que parezcan durante la mañana en una ubicación, seremos capaces de cambiar ciertos eventos que sucedan por la noche en otro lugar remoto. Sí, hay algo de efecto mariposa en Deathloop. Es aquí donde entra en juego la principal propuesta de valor en Deathloop: ser capaces de resolver el puzle cuya meta es acabar con la vida de ocho enemigos durante el transcurso de un mismo día.
Y todavía no hemos hablado del visionario más especial, Julianna, la principal antagonista y némesis de Colt en esta aventura. Y la elección de esa palabra, némesis, no es casual: Julianna invadirá nuestra partida y nos podrá sorprender en cualquier lugar del escenario como hacía Nemesis con la pobre Jill en Resident Evil 3. Así que además de lidiar con los que fueran nuestros objetivos en ese momento, tendremos que matar a Julianna o huir de ella. Julianna es especial, no sólo por su efecto en el gameplay de la aventura, sino porque además es la única persona en esta isla aparte de nosotros que es capaz de recordar los eventos sucedidos entre reinicio y reinicio del bucle diario. Las conversaciones con ella son frecuentes y la relación de amor-odio que mantiene con el protagonista es palpable.
Esta propuesta que nos hace Deathloop lleva consigo una jugabilidad bastante divertida. Como buen shooter tendremos a nuestro alcance todo tipo de armas como pistolas o escopetas que usualmente controlaremos con nuestra mano derecha. ¿Qué tendremos en la izquierda? Normalmente poderes (o bloques como los denomina el juego) que enriquecen mucho el gameplay del título de la misma forma que lo hacían en títulos como BioShock. Algunos de ellos nos permitirán hacernos invisibles durante un periodo de tiempo o teletransportarnos. Otros como nexo nos permitirá vincular el destino de un NPC al de otros cercanos: si somos capaces de matar a uno, los mataremos a todos. Los poderes son muy divertidos y un acierto del juego. Tanto las armas, como los poderes, como el mismísimo Colt pueden ser equipados con una serie de mejoras, llamados ingenios, que dotan de aún más versatilidad al juego. Deathloop, además, nos proporciona una radio con la que jaquear los más variopintos sistemas electrónicos para usarlos a nuestro favor.
Todo muy bonito hasta aquí. El drama viene cuando nos damos cuenta que con cada reinicio diario del bucle perderemos todas las armas, bloques y mejoras que hubiéramos conseguido hasta el momento. Pero que no cunda el pánico, el juego nos dará una solución a este inconveniente. Para que los distintos ítems de nuestro inventario sigan estando allí indefinidamente (y por consiguiente, sobrevivan a los reinicios del bucle), tendremos que recolectar el residuo, una sustancia que encontraremos repartida por los escenarios y que actúa como una suerte de moneda con la que comprar permanentemente nuestros items. Dichos reinicios pueden ser causados bien por haber acabado el día o bien porque hayamos perdido las tres vidas que Colt tiene en cada escenario que visita.
El título nos permite afrontar el juego desde la más pura infiltración a la acción más desmedida. Y además, cómo tendremos que pasar por los mismos escenarios una y otra vez, acabaremos resolviendo la misma situación de muchas formas distintas. Aunque los NPC puedan llegar a ser letales, nos dará pena lo tontos que pueden llegar a ser en ocasiones. Descubrimos bien rápido que la inteligencia artificial no es el fuerte de Deathloop. Por ejemplo, los enemigos raramente son capaces de seguirnos por el escenario. A pesar de que la ausencia de tiempos de carga dentro de un escenario nos transmita la sensación de un único todo, a efectos prácticos para los enemigos no funciona así: cada uno tiene una subsección asignada dentro del mapa. No obstante, Deathloop sí penaliza con tiempos de carga los cambios de escenarios que suceden al cambiar la franja horaria durante el día.
Cabe señalar que se puede hacer algo pesado visitar tantas veces los mismos escenarios, incluso teniendo en cuenta que son ligeramente diferentes dependiendo de la hora que los visitemos. ¿De qué variaciones hablamos? Puertas que dan acceso a secciones enteras estarán abiertas (o no) dependiendo de la hora. O cómo hemos hablado anteriormente, la ubicación de personajes dependerá de lo mismo. Sea como fuere, en las últimas horas de la partida parecerá que estemos en un speedrun: Nos acabaremos sabiendo al dedillo todos los escenarios. Esto es especialmente útil en el bucle final donde tenemos que repetir del tirón en un mismo día cada una de las acciones individuales que nos llevan a la muerte de todos los visionarios. Que Dios (o quien sea) te libre de morir en esa ejecución final, de lo contrario tendrías que repetir el día desde el comienzo. El juego nos durará más de quince horas, fácilmente veinte a poco que intentemos obtener todos los bloques, mejoras, armas y distintos secretos.
La historia avanza a golpe de notas, documentos y chats que nos ayudarán a obtener las pistas necesarias para resolver el bucle, a la vez que desarrollan la personalidad de los visionarios. Es una pena que cuando nos enfrentamos a ellos no dejen de ser unos NPC en esteroides (tienen armas y sobretodo bloques que nos interesan) en lugar de batallas reales. A pesar de que los visionarios sean más interesantes en papel que en acción, el argumento es cautivador y capaz incluso de mostrar algún que otro giro de guión inesperado. Deathloop posee múltiples finales dependiendo de las decisiones que tomemos en los últimos minutos de juego. Es una lástima que ninguno de los finales sea especialmente épico o memorable. La conclusión se siente apresurada y no está a la altura de lo que el juego ha presentado hasta ese momento.
Aunque Deathloop sea un título para un jugador y potencialmente offline, el juego nos brinda la oportunidad de jugar como Juliana (cuyo objetivo es mantener el bucle en lugar de romperlo) en lo que representa su peculiar modo online. Nuestro objetivo en este modo es invadir los mundos de otros jugadores (amigos o desconocidos) que estén jugando como Colt en ese momento y acabar con ellos. Puntos buenos: el juego soporta crossplay. Lo no tan bueno: Jugando con Juliana conseguiremos armas y mejoras, pero esta modalidad no lleva consigo un progreso argumental real, ni mucha información de nuestra querida antagonista. Además tarda un tiempo en emparejarnos con alguien y las partidas pueden sufrir algún problema de lag puntual. Creemos que Juliana merecía más, quizá algo parecido al Separate Ways de Ada Wong en Resident Evil 4. Por cierto, si todavía no os habíais dado cuenta, la Julianna que nos invada mientras estamos jugando como Colt en el modo historia puede estar controlada por otro jugador en lugar de ser controlada por la máquina.
Deathloop fue lanzado originalmente el 14 de septiembre de 2021 en PlayStation 5 y PC. El juego fue muy bien valorado en su día en el analísis que realizamos en nuestra web. La compra de Bethesda por parte de Microsoft propició que el juego saliera finalmente un año más tarde, el 20 de septiembre de 2022, en Xbox Series. Destacable fue también su llegada el mismo día a Xbox Game Pass, el conocido servicio de suscripción de Microsoft. Este reestreno llega con un caramelito para todas las plataformas, la actualización Goldenloop. Se ha expandido la experiencia original con una nueva arma, un nuevo bloque, además de nuevos tipos de enemigos, ingenios, el crossplay y un final extendido. También disponemos en esta versión del Modo Foto añadido en mayo de este año. Nada de esto reinventa el juego, pero puede ser suficiente para seducir a los jugadores a ir a por la segunda partida. En Series X, Deathloop consta de cuatro modos visuales, igual que en PS5: Rendimiento (4K, 60 FPS estables), Calidad visual (4K, 60 FPS con bajones ocasionales), Trazado de rayos (4K, 30 FPS) y Ultrarendimiento (1080p, 120 FPS). Por razones obvias, en Series S sólo tendremos los dos primeros, pero a 1080p con 60 FPS estables o con bajones, respectivamente. Más allá de estos detalles técnicos el juego va genial en cualquiera de las plataformas en la que elijas jugar. A pesar de no ser un portento gráfico, el juego se ve fluido y realmente bonito debido a una notable dirección artística. En lo que respecta al apartado sonoro, la banda sonora acompaña perfectamente la aventura. El juego se encuentra doblado al castellano, pero personalmente prefiero jugar a Deathloop con la pista de audio en inglés. Quizá es una cuestión de gustos pero diría que en este caso no lo es, lamentablemente encuentro las voces en castellano en Deathloop algo sobreactuadas.
Deathloop sigue siendo muy bueno un año después. Si te gustan los shooters y las historias interesantes, este juego es lo que buscas. Su propuesta jugable es además única. Un excelente representante dentro de ese club VIP de juegos exclusivos de nueva generación. El porqué ese club sigue siendo tan exclusivo tras dos años de la llegada de nueva generación es quizá una pregunta que deba resolverse en otro artículo de opinión.
Los shooters en primera persona, o FPS, son otro gran tema del que se podría hablar largo y tendido. Personalmente pienso que es un género bastante manido que en algún momento llegó incluso a quemarse debido a la sobrerrepresentación de títulos que entre poco y nada tenían que aportar. En un género lleno de títulos clónicos es necesario tener una seña de identidad que te sepa diferenciar de tus competidores. El último trabajo de Arkane (estudio francés detrás de obras como Dishonored o Prey) trata de conjugar estos dos ingredientes, a saber: shooter y viajes temporales. Este análisis intentará dilucidar que tal les ha salido este concepto. Podemos adelantar que Deathloop es un trabajo valiente que apuesta por una ambientación, un gameplay y un argumento cuidados.
En Deathloop nos podemos en la piel de Colt, un buen hombre que sin saber cómo se encuentra atrapado en una isla en la que ocurre una anomalía singular: el día se repite en un bucle infinito, cuando la noche acaba comienza el mismo día de nuevo. Nuestro objetivo en el juego es romper el bucle y bien temprano se nos comunica que la forma de conseguirlo es acabar con ocho jefes finales durante un mismo día.
Estos jefes finales, llamados aquí visionarios, viven también en la isla de Blackreef y dependiendo del momento del día los encontraremos en una u otra de las cuatro localizaciones del juego. El día consta, a su vez, de cuatro franjas horarias diferenciadas (mañana, mediodía, tarde y noche) y sólo podremos visitar una localización en cada una de estas franjas. El problema aquí es que el inexorable paso del tiempo hace que de forma natural no podamos acabar con la vida de todos los visionarios el mismo día. Es por ello que el juego nos reta a ir recorriendo estos cuatro escenarios una y otra vez en busca de pistas que consigan mostrar patrones de conducta de los visionarios para así lograr nuestro objetivo. Durante el transcurso del juego descubriremos, por ejemplo, que dos visionarios se ven todas las tardes en una cierta ubicación: este será el momento de acabar con su vida a la vez. También descubriremos que si ejecutamos ciertas acciones por más tontas que parezcan durante la mañana en una ubicación, seremos capaces de cambiar ciertos eventos que sucedan por la noche en otro lugar remoto. Sí, hay algo de efecto mariposa en Deathloop. Es aquí donde entra en juego la principal propuesta de valor en Deathloop: ser capaces de resolver el puzle cuya meta es acabar con la vida de ocho enemigos durante el transcurso de un mismo día.
«La principal propuesta de valor en Deathloop: ser capaces de resolver el puzle cuya meta es acabar con la vida de ocho enemigos durante el transcurso de un mismo día»
Y todavía no hemos hablado del visionario más especial, Julianna, la principal antagonista y némesis de Colt en esta aventura. Y la elección de esa palabra, némesis, no es casual: Julianna invadirá nuestra partida y nos podrá sorprender en cualquier lugar del escenario como hacía Nemesis con la pobre Jill en Resident Evil 3. Así que además de lidiar con los que fueran nuestros objetivos en ese momento, tendremos que matar a Julianna o huir de ella. Julianna es especial, no sólo por su efecto en el gameplay de la aventura, sino porque además es la única persona en esta isla aparte de nosotros que es capaz de recordar los eventos sucedidos entre reinicio y reinicio del bucle diario. Las conversaciones con ella son frecuentes y la relación de amor-odio que mantiene con el protagonista es palpable.
Julianna que mala eres, que mala eres Julianna...
Esta propuesta que nos hace Deathloop lleva consigo una jugabilidad bastante divertida. Como buen shooter tendremos a nuestro alcance todo tipo de armas como pistolas o escopetas que usualmente controlaremos con nuestra mano derecha. ¿Qué tendremos en la izquierda? Normalmente poderes (o bloques como los denomina el juego) que enriquecen mucho el gameplay del título de la misma forma que lo hacían en títulos como BioShock. Algunos de ellos nos permitirán hacernos invisibles durante un periodo de tiempo o teletransportarnos. Otros como nexo nos permitirá vincular el destino de un NPC al de otros cercanos: si somos capaces de matar a uno, los mataremos a todos. Los poderes son muy divertidos y un acierto del juego. Tanto las armas, como los poderes, como el mismísimo Colt pueden ser equipados con una serie de mejoras, llamados ingenios, que dotan de aún más versatilidad al juego. Deathloop, además, nos proporciona una radio con la que jaquear los más variopintos sistemas electrónicos para usarlos a nuestro favor.
Todo muy bonito hasta aquí. El drama viene cuando nos damos cuenta que con cada reinicio diario del bucle perderemos todas las armas, bloques y mejoras que hubiéramos conseguido hasta el momento. Pero que no cunda el pánico, el juego nos dará una solución a este inconveniente. Para que los distintos ítems de nuestro inventario sigan estando allí indefinidamente (y por consiguiente, sobrevivan a los reinicios del bucle), tendremos que recolectar el residuo, una sustancia que encontraremos repartida por los escenarios y que actúa como una suerte de moneda con la que comprar permanentemente nuestros items. Dichos reinicios pueden ser causados bien por haber acabado el día o bien porque hayamos perdido las tres vidas que Colt tiene en cada escenario que visita.
El título nos permite afrontar el juego desde la más pura infiltración a la acción más desmedida. Y además, cómo tendremos que pasar por los mismos escenarios una y otra vez, acabaremos resolviendo la misma situación de muchas formas distintas. Aunque los NPC puedan llegar a ser letales, nos dará pena lo tontos que pueden llegar a ser en ocasiones. Descubrimos bien rápido que la inteligencia artificial no es el fuerte de Deathloop. Por ejemplo, los enemigos raramente son capaces de seguirnos por el escenario. A pesar de que la ausencia de tiempos de carga dentro de un escenario nos transmita la sensación de un único todo, a efectos prácticos para los enemigos no funciona así: cada uno tiene una subsección asignada dentro del mapa. No obstante, Deathloop sí penaliza con tiempos de carga los cambios de escenarios que suceden al cambiar la franja horaria durante el día.
Cabe señalar que se puede hacer algo pesado visitar tantas veces los mismos escenarios, incluso teniendo en cuenta que son ligeramente diferentes dependiendo de la hora que los visitemos. ¿De qué variaciones hablamos? Puertas que dan acceso a secciones enteras estarán abiertas (o no) dependiendo de la hora. O cómo hemos hablado anteriormente, la ubicación de personajes dependerá de lo mismo. Sea como fuere, en las últimas horas de la partida parecerá que estemos en un speedrun: Nos acabaremos sabiendo al dedillo todos los escenarios. Esto es especialmente útil en el bucle final donde tenemos que repetir del tirón en un mismo día cada una de las acciones individuales que nos llevan a la muerte de todos los visionarios. Que Dios (o quien sea) te libre de morir en esa ejecución final, de lo contrario tendrías que repetir el día desde el comienzo. El juego nos durará más de quince horas, fácilmente veinte a poco que intentemos obtener todos los bloques, mejoras, armas y distintos secretos.
«En las últimas horas de la partida parecerá que estemos en un speedrun: Nos acabaremos sabiendo al dedillo todos los escenarios»
La historia avanza a golpe de notas, documentos y chats que nos ayudarán a obtener las pistas necesarias para resolver el bucle, a la vez que desarrollan la personalidad de los visionarios. Es una pena que cuando nos enfrentamos a ellos no dejen de ser unos NPC en esteroides (tienen armas y sobretodo bloques que nos interesan) en lugar de batallas reales. A pesar de que los visionarios sean más interesantes en papel que en acción, el argumento es cautivador y capaz incluso de mostrar algún que otro giro de guión inesperado. Deathloop posee múltiples finales dependiendo de las decisiones que tomemos en los últimos minutos de juego. Es una lástima que ninguno de los finales sea especialmente épico o memorable. La conclusión se siente apresurada y no está a la altura de lo que el juego ha presentado hasta ese momento.
Aunque Deathloop sea un título para un jugador y potencialmente offline, el juego nos brinda la oportunidad de jugar como Juliana (cuyo objetivo es mantener el bucle en lugar de romperlo) en lo que representa su peculiar modo online. Nuestro objetivo en este modo es invadir los mundos de otros jugadores (amigos o desconocidos) que estén jugando como Colt en ese momento y acabar con ellos. Puntos buenos: el juego soporta crossplay. Lo no tan bueno: Jugando con Juliana conseguiremos armas y mejoras, pero esta modalidad no lleva consigo un progreso argumental real, ni mucha información de nuestra querida antagonista. Además tarda un tiempo en emparejarnos con alguien y las partidas pueden sufrir algún problema de lag puntual. Creemos que Juliana merecía más, quizá algo parecido al Separate Ways de Ada Wong en Resident Evil 4. Por cierto, si todavía no os habíais dado cuenta, la Julianna que nos invada mientras estamos jugando como Colt en el modo historia puede estar controlada por otro jugador en lugar de ser controlada por la máquina.
Deathloop fue lanzado originalmente el 14 de septiembre de 2021 en PlayStation 5 y PC. El juego fue muy bien valorado en su día en el analísis que realizamos en nuestra web. La compra de Bethesda por parte de Microsoft propició que el juego saliera finalmente un año más tarde, el 20 de septiembre de 2022, en Xbox Series. Destacable fue también su llegada el mismo día a Xbox Game Pass, el conocido servicio de suscripción de Microsoft. Este reestreno llega con un caramelito para todas las plataformas, la actualización Goldenloop. Se ha expandido la experiencia original con una nueva arma, un nuevo bloque, además de nuevos tipos de enemigos, ingenios, el crossplay y un final extendido. También disponemos en esta versión del Modo Foto añadido en mayo de este año. Nada de esto reinventa el juego, pero puede ser suficiente para seducir a los jugadores a ir a por la segunda partida. En Series X, Deathloop consta de cuatro modos visuales, igual que en PS5: Rendimiento (4K, 60 FPS estables), Calidad visual (4K, 60 FPS con bajones ocasionales), Trazado de rayos (4K, 30 FPS) y Ultrarendimiento (1080p, 120 FPS). Por razones obvias, en Series S sólo tendremos los dos primeros, pero a 1080p con 60 FPS estables o con bajones, respectivamente. Más allá de estos detalles técnicos el juego va genial en cualquiera de las plataformas en la que elijas jugar. A pesar de no ser un portento gráfico, el juego se ve fluido y realmente bonito debido a una notable dirección artística. En lo que respecta al apartado sonoro, la banda sonora acompaña perfectamente la aventura. El juego se encuentra doblado al castellano, pero personalmente prefiero jugar a Deathloop con la pista de audio en inglés. Quizá es una cuestión de gustos pero diría que en este caso no lo es, lamentablemente encuentro las voces en castellano en Deathloop algo sobreactuadas.
Deathloop sigue siendo muy bueno un año después. Si te gustan los shooters y las historias interesantes, este juego es lo que buscas. Su propuesta jugable es además única. Un excelente representante dentro de ese club VIP de juegos exclusivos de nueva generación. El porqué ese club sigue siendo tan exclusivo tras dos años de la llegada de nueva generación es quizá una pregunta que deba resolverse en otro artículo de opinión.
Jugado en Xbox Series X. Copia digital proporcionada por Ziran.
Alternativas
Dishonored.
Ambientación, argumento y gameplay destacables.
IA sospechosa, desenlace mejorable. Habrá a quién no le guste repetir tanto los mismos escenarios.
Dale una oportunidad, Deathloop es un gran juego.
