Ejércitos en fila india

Square-Enix se encuentra en plena globalización. Quiere abarcar los tres grandes mercados (Europa, Estados Unidos y Asia) y todas las plataformas posibles. Tras su reconciliación con Nintendo y el anuncio del lanzamiento multiplataforma de la decimotercera entrega de su franquicia fetiche, Final Fantasy, ahora se aventura a lanzar un título para teléfonos móviles, el iPhone de Apple y las plataformas de descargas. En el sistema de Microsoft fue lanzado el pasado 11 de marzo, siendo el primero en recibirlo de las consolas de sobremesa, a cambio de 800 puntos de transacción y apenas 56 megas de hueco en nuestro sistema de almacenamiento.

Este título ha sido desarrollado por Tose Software, compañía encargada de adaptar juegos de un sistema a otro como el reciente Dead Rising: Terror en el Hipermercado a Wii, el Metal Gear Solid de Game Boy Color o la última versión de Chrono Trigger en Nintendo DS. Todos unos profesionales que cuentan con el respaldo de las compañías más importantes de Japón para portar sus principales franquicias a otras plataformas de juego.

Oleada tras oleada

Pero… ¿Qué es Crystal Defenders? ¿Es un juego de rol por turnos? ¿Por qué tiene las clases de personajes de Final Fantasy Tactics y se desarrolla en Ivalice? Por partes, para empezar este título tiene los mismos mimbres jugables que los”Tower Defense”, que en realidad son una variante o sub-género dentro de los juegos de estrategia en tiempo real. En nuestro caso, ambientados en el universo de fantasía que Square-Enix sabe tan bien explotar, vistiendo con sus mejores galas (en sprites de dos dimensiones, eso si) para hacerlo apetitoso al seguidor de la compañía. Esta misma jugada, ya la han realizado otras compañías como Q-Games con Pixeljunk Monsters para la Store de Playstation 3 o los recientes títulos de Nintendo DS como son Lock´s Quest y Ninjatown.

Ahora que sabemos de donde venimos, vamos a definir su funcionamiento: diversos tipos de enemigos (todos son viejos conocidos de la franquicia como los Tomberi) tienen que atravesar de punta a punta un limitado escenario en fila india, con diferentes rutas posibles. Existen doce mapas diferentes, aunque en verdad son seis escenarios de diferente ambientación (terrenos nevados, zonas florales y similares) con un mapa normal y otro avanzado por cada tipo de región. No aportan ningún factor adicional al desarrollo salvo el camino que tienen que recorrer los enemigos, algún obstáculo y que cada vez son más enrevesado. Están agrupados en tres categorías (W1, W2 y W3) con treinta oleadas de enemigos, que en caso de que lleguen hasta su objetivo al final del mapa, nos robarán uno de los veinte cristales que debemos custodiar (algunos enemigos específicos quitan más en sus pasadas). La partida termina cuando perdamos toda nuestra reserva de cristales.

Engage!

Nosotros tendremos que colocar estratégicamente varios tipos de unidades (cada una con características diferentes) que frenen su avance. Los enemigos siguen un camino prefijado que viene representado como si de un sendero se tratase y nosotros colocaremos nuestras tropas en los márgenes de los mismos como si estuviésemos preparando una emboscada.

Cada uno tendrá un coste medido en monedas de oro, un radio de acción, un daño de ataque y una frecuencia de movimientos. Podremos mejorarlos subiéndolos de nivel a cambio de una buena suma de dinero, hasta un tope de siete niveles (cuatro en el caso del ladrón y el mago temporal). Además, tendremos invocaciones (pocas, eso si) como es tradición de todos los Final Fantasy, en esta ocasión serán canjeables por una cantidad de los cristales que tenemos que salvaguardar (y sólo durante una oleada), por lo que su presencia debe ser sopesada con mucho cuidado. Todos son viejos conocidos como Ifrit, Rubí, Unicornio o los clásicos Chocobos.