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Turismo virtual por Colonia
El Sindicato es el protagonista de la cuarta entrega de esta adaptación de la serie Alerta Cobra. Un nuevo paseo por una aburrida Colonia.
Por Rodrigo Aliende,
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Crash Time se ha conseguido hacer un hueco en el mercado desde su primera aparición en 2008. Aunque su éxito no sea arrollador, que estemos ante la cuarta entrega de la serie ya dice mucho de su rendimiento. El juego se basa en la serie de televisión alemana Alerta cobra (Alarm für Cobra 11 en el idioma original), protagonizada por la pareja de policías de la brigada de carreteras, Semir y Ben.
En Crash Time 4: The Syndicate, como el propio subtítulo ya indica, descubrimos la existencia de una organización que controla todos los negocios sucios que podamos imaginar en la ciudad de Colonía, conocida con el genérico nombre de El Sindicato. El juego se podría resumir también con ese mismo adjetivo: genérico.
La estructura es la de un juego de mundo abierto, un sandbox, sólo que todos los objetivos secundarios y la exploración tienen un interés mínimo. La historia principal se desarrolla a lo largo de unas misiones que normalmente nos mandan a través del móvil. En Crash Time en ningún momento nos bajaremos del coche, lo que dificultad a la hora de crear una narrativa y una puesta en escena realistas. Ver un vídeo de más de dos minutos con la cámara dando vueltas alrededor de un edificio mientras se oyen las voces de los protagonistas de fondo es algo demasiado común.
Realmente, las misiones no están mal planteadas y algunas tienen la originalidad suficiente para que nos mantengamos interesados en seguir adelante, algo que la historia no consigue. Por ejemplo, en una de ellas tenemos que atravesar una serie de puntos de control haciendo lo imposible para saltar entre containers en medio del puerto. Todo esto sin dañar demasiado el coche, claro está, que luego los jefazos se enfadan.
Esto es otro punto que añade algo de gracia al asunto. Las misiones tienen una serie de requisitos que cumplir según del tipo que sean. Algunas tienen un tiempo límite u otras exigen no romper el vehículo hasta un punto, entre algunas condiciones.
Fuera de la historia principal tenemos varias cosas que hacer, pero, como hemos comentado antes, son bastante aburridas. El Sindicato tiene varios lugares de reunión y debemos encontrarlos. Pueden estar marcados en el mapa, encontrarlos nosotros por nuestros propios medios o que nos den un soplo sobre la localización. Como buenos guardianes de la seguridad en la carretera, también debemos colocar cámaras, que luego nos pueden dar información sobre un vehículo sospechoso. La cantidad de cámaras es bastante grande y sólo podemos llevar cinco a la vez, por lo que cuando se nos agoten tenemos que volver a la comisaría para recoger más.
En Crash Time 4: The Syndicate, como el propio subtítulo ya indica, descubrimos la existencia de una organización que controla todos los negocios sucios que podamos imaginar en la ciudad de Colonía, conocida con el genérico nombre de El Sindicato. El juego se podría resumir también con ese mismo adjetivo: genérico.
La estructura es la de un juego de mundo abierto, un sandbox, sólo que todos los objetivos secundarios y la exploración tienen un interés mínimo. La historia principal se desarrolla a lo largo de unas misiones que normalmente nos mandan a través del móvil. En Crash Time en ningún momento nos bajaremos del coche, lo que dificultad a la hora de crear una narrativa y una puesta en escena realistas. Ver un vídeo de más de dos minutos con la cámara dando vueltas alrededor de un edificio mientras se oyen las voces de los protagonistas de fondo es algo demasiado común.
Realmente, las misiones no están mal planteadas y algunas tienen la originalidad suficiente para que nos mantengamos interesados en seguir adelante, algo que la historia no consigue. Por ejemplo, en una de ellas tenemos que atravesar una serie de puntos de control haciendo lo imposible para saltar entre containers en medio del puerto. Todo esto sin dañar demasiado el coche, claro está, que luego los jefazos se enfadan.
Esto es otro punto que añade algo de gracia al asunto. Las misiones tienen una serie de requisitos que cumplir según del tipo que sean. Algunas tienen un tiempo límite u otras exigen no romper el vehículo hasta un punto, entre algunas condiciones.
Fuera de la historia principal tenemos varias cosas que hacer, pero, como hemos comentado antes, son bastante aburridas. El Sindicato tiene varios lugares de reunión y debemos encontrarlos. Pueden estar marcados en el mapa, encontrarlos nosotros por nuestros propios medios o que nos den un soplo sobre la localización. Como buenos guardianes de la seguridad en la carretera, también debemos colocar cámaras, que luego nos pueden dar información sobre un vehículo sospechoso. La cantidad de cámaras es bastante grande y sólo podemos llevar cinco a la vez, por lo que cuando se nos agoten tenemos que volver a la comisaría para recoger más.
