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Darkstalkers y cinco más
Nos preparamos para revivir gran parte de la historia de Capcom en las recreativas de los 90 con una colección repleta de grandes títulos y joyas desconocidas.

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El sonado tropiezo de Capcom con Street Fighter V queda lejos. La compañía japonesa vuelve a ser la reina indiscutible del género fighting, y lo hace en plena celebración del 35° aniversario de Street Fighter y con una sexta entrega en camino, previsto su lanzamiento para el próximo año. Este pretexto ha servido para que los de Osaka nos brinden Capcom Fighting Collection, un recopilatorio que no sólo rescata viejas glorias sino que recupera algunos títulos que por su contexto quedaron olvidados. No es fácil equilibrar un pack una colección así, y quizás a Capcom Fighting Collection le falte algún título memorable, pero está muy cerca de ser casi perfecto. Lo que nos ofrece son algunos de los diez títulos más emblemáticos de la compañía, algunos de ellos muy difíciles de encontrar hoy en día, pero su mayor aliciente es ser el anzuelo idóneo para los fans de Darkstalkers (bien podría haberse llamado Darkstalkers Collection).
Comencemos por lo básico. En total, hay diez juegos en esta colección, y cinco de ellos pertenecen a la serie Darkstalkers. Juegos completamente únicos de esta serie tenemos The Night Warriors, Night Warriors: Darkstalkers Revenge y Vampire Savior: The Lord of Vampire, mientras que Vampire Hunter 2 y Vampire Savior 2 no son nuevos como tal. Se lanzaron originalmente en la década de los 90 para las salas recreativas japonesas, pero no eran más que variantes de Vampire Savior con ligeros cambios en forma de nuevos tintes para los atuendos de los luchadores. Realmente son buenos añadidos, pero queremos aclarar que como tal hay tres Darkstalkers únicos.
Sí, la mitad del recopilatorio está formada por entregas de Darkstalkers, pero no nos parece malo en absoluto, sino todo lo contrario. Nos parece una idea maravillosa haber recuperado esta saga, de la que se echa en falta una nueva entrega a la altura de su legado, y que nuevas generaciones puedan descubrir las aventuras de Morrigan y compañía. Los tres juegos principales son maravillosos, cuentan con una plantilla repleta de clichés del género de terror, pero con unos modelados geniales y unas animaciones que no desentonan en absoluto. Por supuesto, son también muy buenos juegos de lucha, especialmente Darkstalkers: The Night Warriors, por el cual no pasa el tiempo. A poco de cumplir la treintena, el título se mantiene sorprendentemente bien.
Sin embargo, el más especial de esta colección para mí es Hyper Street Fighter II: The Anniversary Edition, que no es la versión definitiva de este clásico, sino que agrupa cinco versiones en una sola. Se incluyen las diecisiete versiones de los personajes, por lo que Ryu, por ejemplo, cuenta con cinco variantes disponibles. No obstante, esto acarrea un problema, y es que el juego está totalmente desbalanceado. Esto se puede modificar fácilmente jugando contra la CPU, ya que podemos limitar su selección y hacer que se coja una idéntica a la nuestra, pero no podemos cambiar esto al enfrentarnos contra otros jugadores en el modo online.
Continuando con la misma saga, también está disponible Super Gem Fighter Mini Mix (o Pocket Fighter). Con una estética chibi y de tono simpático, este juego reúne a personajes de Street Fighter, Darkstalkers y Red Earth. Las historietas son cómicas y absurdas, y los conjuntos de movimientos de cada personaje se basan en los suyos propios, pero con una pizca de humor que le agregan una personalidad muy bien recibida. Para mí, es de lo mejorcito que hay en esta colección, y aunque sé que no es el principal aliciente, el poder disfrutarlo más de veinte años después de su lanzamiento es algo que más de un fanático va a agredecer.
La Capcom Fightning Collection reserva un pequeño lugar para dos joyas desconocidas para muchos: Red Earth y Cyberbots: Fullmetal Madness. Sobre el primero, cabe resaltar que es la primera vez que lo vemos en una colección desde su lanzamiento en las salas recreativas allá por el año 1996. Cuenta con una plantilla muy pequeña de no más de cuatro luchadores, y sabe combinar muy bien la subida de nivel de nuestro personaje mientras aprendemos nuevos movimientos. La idea original de este título es que tras ver los créditos podíamos desbloquear una contraseña que nos permitía acceder a varios niveles. Es una buena idea, y el concepto se mantiene, pero pierde la gracia al trasladar la sesión de juego al salón de casa. Por esto mismo no es una inclusión que podamos destacar, pero bienvenido sea que Capcom haya decidido recuperar un título que pasó desapercibido.
Podemos aplicar lo mismo para Cyberbots: Fullmetal Madness, que puede tener su grupo de fanáticos, pero nunca he tenido el placer de conocerlos. Sorprendentemente su historia tiene más miga que cualquier otro juego de lucha de la época, pero no podemos decir lo mismo de su sistema de combate. Elegimos a un luchador y al mecha que queremos que pilote durante la pelea, así como personalizarlo ligeramente. La idea parece interesante y el diseño artístico es resultón, pero en combate nos encontramos unos movimientos muy toscos, difícil de encadenar varios combos y no goza de esa fluidez que sí tienen otros juegos del género. Cyberbots nos deja un mal sabor de boca, y considerando que ya tuvo su relanzamiento en la Capcom Arcade Stadium del año pasado, se podría haber añadido otro clásico en su lugar.
Por último, y aunque no se trate de un juego de pelea, tenemos Super Puzzle Fighter II Turbo. Ajá, sí, es una inclusión un tanto innecesaria, pero ha sido mi placer culpable en sesiones esporádicas. Se trata de un juego rompecabezas en el que debemos crear cadenas de bloques de colores similares y usar unas gemas especiales para destruirlos. Al hacerlo, entorpeceremos el ritmo de nuestro rival, impidiéndoles acceder a sus propios bloques y ralentizando su progresión. Como digo, es una chorrada de juego, el planteamiento es muy sencillo, pero terriblemente adictivo.
Por supuesto, Capcom no ha escatimado en cuanto a opciones de accesibilidad para todos los públicos. Desde el menú principal podemos ajustar varias opciones de cada uno de los juegos, como el nivel de dificultad, el daño de nuestros ataques, la duración de las rondas o la velocidad general del juego. Incluso podemos elegir si jugamos de manera gratuita o haciendo uno de los créditos. También podemos modificar el volumen, las opciones de imagen como el tamaño de la pantalla o seleccionar un fondo de pantalla personalizado para los lados de la pantalla. Además, se habilitan opciones de guardado rápido, por lo que podemos reanudar la partida desde el punto en el que queramos en caso de que hayamos dejado la sesión a medias.
Por último, no queremos dejar pasar la oportunidad de hablar del juego el línea, que nos parece que Capcom lo ha pensado muy bien y atajado algunos problemas con muchas opciones que son de agradecer. Podemos combatir sin condiciones, jugar en partidas clasificatorias o en partidas personalizadas con nuestros amigos. Además, podemos elegir si jugar con la versión inglesa o japonesa, si los movimientos especiales con un solo botón están disponibles o si deseamos combatir contra jugadores de otras regiones. Sin embargo, lo mejor de todo es que ningún juego tiene modo online propio como tal, sino que hay un punto de encuentro para toda la colección. Podemos elegir que el matchmaking nos busque partidas solamente en los juegos que hayamos seleccionado, o podemos no poner ninguna limitación. De este modo, podemos jugar rápidamente a cualquier juego, o podemos limitar la búsqueda y centrarnos en nuestros títulos favoritos. El punto positivo es que hay una sala de espera mientras encontramos un rival, por lo que podemos practicar contra la CPU o visitar la opción del Museo.
CONCLUSIÓN
Capcom Fighting Collection es un título imprescindible para cualquier fanático de los clásicos de pelea, pero incluso si no te llaman muchos de estos títulos, deberías considerar hacerte con ella solamente por el homenaje que hay a Darkstalkers. Hay una muy buena variedad de títulos, con juegos muy populares y otras joyas ocultas, pero también alguno que otro al que nos hubiese gustado sustituir por otro. En líneas generales, la colección se mantiene de maravilla, ofrece nuevas características que lo hacen más accesible para todos los públicos y añade un trabajo modo en línea. Es, sin lugar a dudas, una de las mejores colecciones de peleas que hemos visto en mucho tiempo.
Comencemos por lo básico. En total, hay diez juegos en esta colección, y cinco de ellos pertenecen a la serie Darkstalkers. Juegos completamente únicos de esta serie tenemos The Night Warriors, Night Warriors: Darkstalkers Revenge y Vampire Savior: The Lord of Vampire, mientras que Vampire Hunter 2 y Vampire Savior 2 no son nuevos como tal. Se lanzaron originalmente en la década de los 90 para las salas recreativas japonesas, pero no eran más que variantes de Vampire Savior con ligeros cambios en forma de nuevos tintes para los atuendos de los luchadores. Realmente son buenos añadidos, pero queremos aclarar que como tal hay tres Darkstalkers únicos.


Sí, la mitad del recopilatorio está formada por entregas de Darkstalkers, pero no nos parece malo en absoluto, sino todo lo contrario. Nos parece una idea maravillosa haber recuperado esta saga, de la que se echa en falta una nueva entrega a la altura de su legado, y que nuevas generaciones puedan descubrir las aventuras de Morrigan y compañía. Los tres juegos principales son maravillosos, cuentan con una plantilla repleta de clichés del género de terror, pero con unos modelados geniales y unas animaciones que no desentonan en absoluto. Por supuesto, son también muy buenos juegos de lucha, especialmente Darkstalkers: The Night Warriors, por el cual no pasa el tiempo. A poco de cumplir la treintena, el título se mantiene sorprendentemente bien.
Sin embargo, el más especial de esta colección para mí es Hyper Street Fighter II: The Anniversary Edition, que no es la versión definitiva de este clásico, sino que agrupa cinco versiones en una sola. Se incluyen las diecisiete versiones de los personajes, por lo que Ryu, por ejemplo, cuenta con cinco variantes disponibles. No obstante, esto acarrea un problema, y es que el juego está totalmente desbalanceado. Esto se puede modificar fácilmente jugando contra la CPU, ya que podemos limitar su selección y hacer que se coja una idéntica a la nuestra, pero no podemos cambiar esto al enfrentarnos contra otros jugadores en el modo online.
«La mitad del recopilatorio está formada por entregas de Darkstalkers [...] Los tres juegos principales son maravillosos, cuentan con una plantilla repleta de clichés del género de terror, pero con unos modelados geniales y unas animaciones que no desentonan en absoluto »
Continuando con la misma saga, también está disponible Super Gem Fighter Mini Mix (o Pocket Fighter). Con una estética chibi y de tono simpático, este juego reúne a personajes de Street Fighter, Darkstalkers y Red Earth. Las historietas son cómicas y absurdas, y los conjuntos de movimientos de cada personaje se basan en los suyos propios, pero con una pizca de humor que le agregan una personalidad muy bien recibida. Para mí, es de lo mejorcito que hay en esta colección, y aunque sé que no es el principal aliciente, el poder disfrutarlo más de veinte años después de su lanzamiento es algo que más de un fanático va a agredecer.


La Capcom Fightning Collection reserva un pequeño lugar para dos joyas desconocidas para muchos: Red Earth y Cyberbots: Fullmetal Madness. Sobre el primero, cabe resaltar que es la primera vez que lo vemos en una colección desde su lanzamiento en las salas recreativas allá por el año 1996. Cuenta con una plantilla muy pequeña de no más de cuatro luchadores, y sabe combinar muy bien la subida de nivel de nuestro personaje mientras aprendemos nuevos movimientos. La idea original de este título es que tras ver los créditos podíamos desbloquear una contraseña que nos permitía acceder a varios niveles. Es una buena idea, y el concepto se mantiene, pero pierde la gracia al trasladar la sesión de juego al salón de casa. Por esto mismo no es una inclusión que podamos destacar, pero bienvenido sea que Capcom haya decidido recuperar un título que pasó desapercibido.
«Cyberbots nos deja un mal sabor de boca, y considerando que ya tuvo su relanzamiento en la Capcom Arcade Stadium del año pasado, se podría haber añadido otro clásico en su lugar.»
Podemos aplicar lo mismo para Cyberbots: Fullmetal Madness, que puede tener su grupo de fanáticos, pero nunca he tenido el placer de conocerlos. Sorprendentemente su historia tiene más miga que cualquier otro juego de lucha de la época, pero no podemos decir lo mismo de su sistema de combate. Elegimos a un luchador y al mecha que queremos que pilote durante la pelea, así como personalizarlo ligeramente. La idea parece interesante y el diseño artístico es resultón, pero en combate nos encontramos unos movimientos muy toscos, difícil de encadenar varios combos y no goza de esa fluidez que sí tienen otros juegos del género. Cyberbots nos deja un mal sabor de boca, y considerando que ya tuvo su relanzamiento en la Capcom Arcade Stadium del año pasado, se podría haber añadido otro clásico en su lugar.


Por último, y aunque no se trate de un juego de pelea, tenemos Super Puzzle Fighter II Turbo. Ajá, sí, es una inclusión un tanto innecesaria, pero ha sido mi placer culpable en sesiones esporádicas. Se trata de un juego rompecabezas en el que debemos crear cadenas de bloques de colores similares y usar unas gemas especiales para destruirlos. Al hacerlo, entorpeceremos el ritmo de nuestro rival, impidiéndoles acceder a sus propios bloques y ralentizando su progresión. Como digo, es una chorrada de juego, el planteamiento es muy sencillo, pero terriblemente adictivo.
Por supuesto, Capcom no ha escatimado en cuanto a opciones de accesibilidad para todos los públicos. Desde el menú principal podemos ajustar varias opciones de cada uno de los juegos, como el nivel de dificultad, el daño de nuestros ataques, la duración de las rondas o la velocidad general del juego. Incluso podemos elegir si jugamos de manera gratuita o haciendo uno de los créditos. También podemos modificar el volumen, las opciones de imagen como el tamaño de la pantalla o seleccionar un fondo de pantalla personalizado para los lados de la pantalla. Además, se habilitan opciones de guardado rápido, por lo que podemos reanudar la partida desde el punto en el que queramos en caso de que hayamos dejado la sesión a medias.


Por último, no queremos dejar pasar la oportunidad de hablar del juego el línea, que nos parece que Capcom lo ha pensado muy bien y atajado algunos problemas con muchas opciones que son de agradecer. Podemos combatir sin condiciones, jugar en partidas clasificatorias o en partidas personalizadas con nuestros amigos. Además, podemos elegir si jugar con la versión inglesa o japonesa, si los movimientos especiales con un solo botón están disponibles o si deseamos combatir contra jugadores de otras regiones. Sin embargo, lo mejor de todo es que ningún juego tiene modo online propio como tal, sino que hay un punto de encuentro para toda la colección. Podemos elegir que el matchmaking nos busque partidas solamente en los juegos que hayamos seleccionado, o podemos no poner ninguna limitación. De este modo, podemos jugar rápidamente a cualquier juego, o podemos limitar la búsqueda y centrarnos en nuestros títulos favoritos. El punto positivo es que hay una sala de espera mientras encontramos un rival, por lo que podemos practicar contra la CPU o visitar la opción del Museo.


CONCLUSIÓN
Capcom Fighting Collection es un título imprescindible para cualquier fanático de los clásicos de pelea, pero incluso si no te llaman muchos de estos títulos, deberías considerar hacerte con ella solamente por el homenaje que hay a Darkstalkers. Hay una muy buena variedad de títulos, con juegos muy populares y otras joyas ocultas, pero también alguno que otro al que nos hubiese gustado sustituir por otro. En líneas generales, la colección se mantiene de maravilla, ofrece nuevas características que lo hacen más accesible para todos los públicos y añade un trabajo modo en línea. Es, sin lugar a dudas, una de las mejores colecciones de peleas que hemos visto en mucho tiempo.
Jugado en PlayStation 5. Copia digital proporcionada por Koch Media.
La presencia de Darkstalkers y de alguna joyita poco conocida. Las opciones del juego en línea.
Falta algún título más relevante de Capcom. El multijugador no cuenta con juego cruzado.
Ni son todos los que están, ni están todos los que son, pero es una colección estupenda para todos los fans del género y de Darkstalkers.