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Guerra clásica
Nueve años después, el mítico Modern Warfare vuelve con una guerra moderna aún más realista que antes.

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Versión analizada: PS4. Copia digital proporcionada por Activision.
Aunque sea algo prematuro, Call of Duty: Modern Warfare posiblemente entraría en un hipotético libro de historia sobre shooters de videojuegos. En su día sorprendió a propios y extraños y recibió notazas. No en vano en la antigua Viciojuegos le pusimos un 93. Cuando se supo que Activision estaba trabajando en una remasterización, los fans se volvieron locos. Por desgracia ahora mismo sólo puede adquirirse comprando también Infinite Warfare.
Si de algo se beneficia este Call of Duty en estos tiempos que corren es el contraste con respecto a las entregas actuales. Modern Warfare cuenta su historia a través de diferentes puntos de vista, que ya sabiendo de qué va, se siente un poco menos caótica que la primera vez. El enemigo al que tenemos que hacer frente no ha cambiado en estos nueve años de diferencia. Por una parte tenemos a unos ultranacionalistas rusos y por el otro a un grupo terrorista árabe.
La campaña, de una duración estándar de 7-8 horas, ha dejado varias secuencias para el recuerdo de cualquier aficionado al género. Por supuesto, hablamos de la misión flashback de Chernobyl o del momento a bordo del AC-130. Como anécdota, los chicos de Raven han modificado una escena para introducir a un personaje que luego añadiría en las posteriores entregas. Incluso hay un trofeo por matarlo y cambiar la historia que ya conocemos.
Se han añadido pocas novedades en la campaña. Los objetos de inteligencia ahora desbloquean una serie de trucos y filtros, y al terminar accedemos a un modo Arcade, una forma fácil de alargar la duración del título y explotar la competitividad de los usuarios, aunque estamos seguros que teniendo el multijugador, poco caso se le va a hacer a este modo nuevo.
Aunque salió un poco más tarde, ya se puede disfrutar plenamente del online. Aquí ha habido una mayor evolución durante estos años y los jugadores actuales necesitan algo de tiempo para aclimatarse de nuevo. No es que sea ni peor ni mejor, sino una forma diferente de jugar. Los diseños de los escenarios ahora tienden a ser más amplios e incluso verticales, cuando en Modern Warfare nos encontramos mapas más cerrados y laberínticos. Esto también repercute en un estilo de juego más frenético e incluso caótico.
Las armas, las rachas de bajas y los modos de juego no se han tocado y siguen tal cual estaban hace nueve años, salvo una novedad, que se ha añadido Baja confirmada, una forma bastante eficiente de evitar la presencia los camperos.
El aspecto gráfico de esta remasterización es muy notable. La edad del título permite que haya más hueco para mejora pero también delataría más fácilmente una falta de trabajo si la hubiera. Simplemente con jugar la misión del carguero se puede ver todas las mejoras de las que hablamos. Las expresiones faciales son casi tan realistas como las actuales y los efectos de partículas e iluminación aportan mucho a la escena. Es quizás en las texturas donde se nota más el paso del tiempo.
Call of Duty: Modern Warfare Remastered es un clásico, con todo lo que ello conlleva. La campaña sigue siendo entretenida de jugar gracias a varias secuencias míticas, aunque eso no quita que tenga algunos vicios que se han ido puliendo con el paso de los años en la saga. Raven Software ha optado por mantener casi todo como estaba, ya que había más cosas que funcionaban que al contrario, además de darle un remozado gráfico muy notable.
Aunque sea algo prematuro, Call of Duty: Modern Warfare posiblemente entraría en un hipotético libro de historia sobre shooters de videojuegos. En su día sorprendió a propios y extraños y recibió notazas. No en vano en la antigua Viciojuegos le pusimos un 93. Cuando se supo que Activision estaba trabajando en una remasterización, los fans se volvieron locos. Por desgracia ahora mismo sólo puede adquirirse comprando también Infinite Warfare.
Si de algo se beneficia este Call of Duty en estos tiempos que corren es el contraste con respecto a las entregas actuales. Modern Warfare cuenta su historia a través de diferentes puntos de vista, que ya sabiendo de qué va, se siente un poco menos caótica que la primera vez. El enemigo al que tenemos que hacer frente no ha cambiado en estos nueve años de diferencia. Por una parte tenemos a unos ultranacionalistas rusos y por el otro a un grupo terrorista árabe.
La campaña, de una duración estándar de 7-8 horas, ha dejado varias secuencias para el recuerdo de cualquier aficionado al género. Por supuesto, hablamos de la misión flashback de Chernobyl o del momento a bordo del AC-130. Como anécdota, los chicos de Raven han modificado una escena para introducir a un personaje que luego añadiría en las posteriores entregas. Incluso hay un trofeo por matarlo y cambiar la historia que ya conocemos.
Se han añadido pocas novedades en la campaña. Los objetos de inteligencia ahora desbloquean una serie de trucos y filtros, y al terminar accedemos a un modo Arcade, una forma fácil de alargar la duración del título y explotar la competitividad de los usuarios, aunque estamos seguros que teniendo el multijugador, poco caso se le va a hacer a este modo nuevo.
Aunque salió un poco más tarde, ya se puede disfrutar plenamente del online. Aquí ha habido una mayor evolución durante estos años y los jugadores actuales necesitan algo de tiempo para aclimatarse de nuevo. No es que sea ni peor ni mejor, sino una forma diferente de jugar. Los diseños de los escenarios ahora tienden a ser más amplios e incluso verticales, cuando en Modern Warfare nos encontramos mapas más cerrados y laberínticos. Esto también repercute en un estilo de juego más frenético e incluso caótico.
Las armas, las rachas de bajas y los modos de juego no se han tocado y siguen tal cual estaban hace nueve años, salvo una novedad, que se ha añadido Baja confirmada, una forma bastante eficiente de evitar la presencia los camperos.
El aspecto gráfico de esta remasterización es muy notable. La edad del título permite que haya más hueco para mejora pero también delataría más fácilmente una falta de trabajo si la hubiera. Simplemente con jugar la misión del carguero se puede ver todas las mejoras de las que hablamos. Las expresiones faciales son casi tan realistas como las actuales y los efectos de partículas e iluminación aportan mucho a la escena. Es quizás en las texturas donde se nota más el paso del tiempo.
Call of Duty: Modern Warfare Remastered es un clásico, con todo lo que ello conlleva. La campaña sigue siendo entretenida de jugar gracias a varias secuencias míticas, aunque eso no quita que tenga algunos vicios que se han ido puliendo con el paso de los años en la saga. Raven Software ha optado por mantener casi todo como estaba, ya que había más cosas que funcionaban que al contrario, además de darle un remozado gráfico muy notable.