
PC
El regreso de un clásico
Revolution Software nos ofrece una nueva aventura de George Stobbart y compañía, esta vez en 3D. Una apuesta arriesgada, que sin embargo ha dado buenos resultados.

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Un lavado de cara necesario
6 años después de la última entrega de la saga Broken Sword, los chicos de Revolution Software, encabezados por Charles Cecil, el creador de la saga, nos ofrecen una nueva aventura de George Stobbart y Nico Collard. Pero claro, 6 años son muchos, y la tecnología avanza a pasos agigantados. Esos preciosos escenarios en 2D que en 1997 nos parecían increíbles, hoy día están más que desfasados. Así que Revolution Software se ha encontrado con el reto de llevar a la saga a las 3 dimensiones. Sagas tan famosas como Gabriel Knight, Monkey Island o Simon the Sorcerer ya daron el paso a las 3D hace unos años, con distintos resultados. El gran reto era conseguir que la clásica jugabilidad de la saga, que tanta fama le ha dado, siguiera intacta. Un reto que, tarde o temprano, todas las sagas de videojuegos, sean del género que sean, han tenido que dar, algunas con resultados excepcionales (Zelda, Mario, GTA...) y otras con resultados más bien decepcionantes (Castlevania de N64, Donkey Kong, ToeJam & Earl...). Por suerte Broken Sword 3 ha conseguido colocarse en el primer grupo, aunque sin llegar a ser una obra maestra.
Hasta la vista, ratoncito...
Por supuesto el paso a las 3D no es un camino de rosas, y hay que tomar decisiones bastante duras que afectarán a la jugabilidad. Una de ellas ha sido la eliminación por completo del uso del ratón. Haciendo un símil, podríamos decir que quitarle el ratón a un aventurero es casi como quitarle el pad a un consolero, es decir, implica una forma totalmente distinta de jugar. En Broken Sword 3 este cambio se ha llevado a cabo de una manera bastante satisfactoria, haciendo que la jugabilidad de la saga permanezca casi intacta. Y esto es todo un logro, ya que el paso de las 2D a las 3D implica un cambio total en la manera de jugar. Sin embargo el control no ha salido tan bien parado. Ahora deberemos mover a nuestro personaje mediante las teclas de dirección, y eso en un entorno 3D no es nada sencillo, más aún si el control se hace tomando como referencia la posición de la cámara, algo parecido a lo que sucede en la saga Resident Evil. Sin duda las grandes beneficiadas de este nuevo sistema de control son las versiones del juego para consola, ya que el stick analógico es ideal para mover al personaje por los escenarios 3D.
Otra de las novedades de esta entrega es la interacción con los objetos del escenario. Olvidáos de rastrear durante horas la pantalla con el puntero del ratón en busca de objetos escondidos que os den la solución para algún puzzle. Ahora los elementos con los que podemos interactuar se iluminarán cuando pasemos a su lado, haciendo el sistema de juego mucho más fácil y sencillo que en las entregas anteriores. En la esquina inferior derecha de la pantalla aparecerán hasta 4 acciones diferentes que podemos realizar con el objeto en cuestión, entre ellas las típicas de abrir, cerrar, coger, examinar, usar, etc. Para realizar la acción deseada bastará con pulsar la tecla correspondiente. Aquí vemos otra clara ventaja para las versiones consola del juego, ya que los 4 iconos de la esquina inferior derecha están situados en cruz, como los botones de acción del Dual Shock, haciendo el control más intuitivo que en PC.
6 años después de la última entrega de la saga Broken Sword, los chicos de Revolution Software, encabezados por Charles Cecil, el creador de la saga, nos ofrecen una nueva aventura de George Stobbart y Nico Collard. Pero claro, 6 años son muchos, y la tecnología avanza a pasos agigantados. Esos preciosos escenarios en 2D que en 1997 nos parecían increíbles, hoy día están más que desfasados. Así que Revolution Software se ha encontrado con el reto de llevar a la saga a las 3 dimensiones. Sagas tan famosas como Gabriel Knight, Monkey Island o Simon the Sorcerer ya daron el paso a las 3D hace unos años, con distintos resultados. El gran reto era conseguir que la clásica jugabilidad de la saga, que tanta fama le ha dado, siguiera intacta. Un reto que, tarde o temprano, todas las sagas de videojuegos, sean del género que sean, han tenido que dar, algunas con resultados excepcionales (Zelda, Mario, GTA...) y otras con resultados más bien decepcionantes (Castlevania de N64, Donkey Kong, ToeJam & Earl...). Por suerte Broken Sword 3 ha conseguido colocarse en el primer grupo, aunque sin llegar a ser una obra maestra.
Hasta la vista, ratoncito...
Por supuesto el paso a las 3D no es un camino de rosas, y hay que tomar decisiones bastante duras que afectarán a la jugabilidad. Una de ellas ha sido la eliminación por completo del uso del ratón. Haciendo un símil, podríamos decir que quitarle el ratón a un aventurero es casi como quitarle el pad a un consolero, es decir, implica una forma totalmente distinta de jugar. En Broken Sword 3 este cambio se ha llevado a cabo de una manera bastante satisfactoria, haciendo que la jugabilidad de la saga permanezca casi intacta. Y esto es todo un logro, ya que el paso de las 2D a las 3D implica un cambio total en la manera de jugar. Sin embargo el control no ha salido tan bien parado. Ahora deberemos mover a nuestro personaje mediante las teclas de dirección, y eso en un entorno 3D no es nada sencillo, más aún si el control se hace tomando como referencia la posición de la cámara, algo parecido a lo que sucede en la saga Resident Evil. Sin duda las grandes beneficiadas de este nuevo sistema de control son las versiones del juego para consola, ya que el stick analógico es ideal para mover al personaje por los escenarios 3D.
Otra de las novedades de esta entrega es la interacción con los objetos del escenario. Olvidáos de rastrear durante horas la pantalla con el puntero del ratón en busca de objetos escondidos que os den la solución para algún puzzle. Ahora los elementos con los que podemos interactuar se iluminarán cuando pasemos a su lado, haciendo el sistema de juego mucho más fácil y sencillo que en las entregas anteriores. En la esquina inferior derecha de la pantalla aparecerán hasta 4 acciones diferentes que podemos realizar con el objeto en cuestión, entre ellas las típicas de abrir, cerrar, coger, examinar, usar, etc. Para realizar la acción deseada bastará con pulsar la tecla correspondiente. Aquí vemos otra clara ventaja para las versiones consola del juego, ya que los 4 iconos de la esquina inferior derecha están situados en cruz, como los botones de acción del Dual Shock, haciendo el control más intuitivo que en PC.