
Nintendo Switch
PC
¡Menuda juerga que tienen montada aquí!
Adéntrate en esta mágica mansión para desentrañar los secretos que esconden los monstruos que la habitan.

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Los monstruos y seres sobrenaturales han formado parte de nuestra cultura y de nuestros cuentos desde hace siglos. La fascinación y el miedo que nos han producido es algo que se ha intensificado mucho en los últimos años. Se ha llegado incluso al punto de que hay gente que ha intentado demostrar la existencia del Bigfoot, de Nessie y últimamente de los vampiros y los hombres lobos. ¿Pero que pasaría si alguien te dijese que esas criaturas existen y que necesita que le traigas las pruebas para demostrarlo? Pues bien, así empieza la trama de Boo Party, un juego donde los monstruos y la fantasía se mezclan con el humor y la lujuria.

Enano sin nombre al servicio de la ciencia
Encarnamos a un joven fotógrafo retaco sin nombre que se adentra en un oscuro bosque, donde ha sido citado por una extravagante científica. La mujer nos dirá que ha detectado una gran actividad paranormal en una mansión cercana y que necesita pruebas fotográficas de los diferentes monstruos y espectros que se encuentren en su interior. Al llegar a la mansión observamos que está desierta y decrepita, pero al poco tiempo conseguiremos una invitación que nos revelara la verdad: los fantasmas existen. La mansión estaba protegida por un hechizo para que nadie de fuera pudiera ver la increíble juerga que se están pegando en ella.
Una vez nos hemos colado por toda nuestra jeta en dicha fiesta nuestro objetivo será conseguir 12 fotografías de 12 monstruos diferentes. Para ello tendremos que llevar a cabo varias misiones que consistirán desde conseguir objetos hasta cumplir determinados objetivos. Desplazarse por las secciones de la mansión es muy sencillo, aunque lo cierto es que un mapa para orientarse habría venido muy bien. Al inicio tenemos zonas bloqueadas pero enseguida quedarán libres a excepción de ciertos lugares concretos para los cuales necesitaremos algún objeto especial. En algunas ocasiones contadas estos objetivos nos pedirán participar en distintos minijuegos, entre los cuales un par de ellos simulan a otros videojuegos famosos, como un homenaje a Wario Ware. La variedad es decente y nos permite vivir cómicas situaciones.

Cada vez que obtengamos una fotografía ésta nos dará unas cosas llamadas “Puntos de alma”, los cuales son obligatorios para conseguir ciertos objetos y seguir avanzando con la trama. Por lo tanto, podemos ir cumpliendo los diversos objetivos más o menos en el orden que deseemos, con la única condición de ayudar sí o sí a los monstruos y obtener sus fotografías para seguir avanzando. Aquí llega la primera pega del juego, y es que si no sabemos algo de inglés lo pasaremos mal, pues el juego no está traducido a ningún otro idioma europeo. No es un inglés muy complicado pero si es necesario dominarlo un poco para entender que es lo que nos están pidiendo en cada misión.
Los controles no podrían ser mas sencillos, pues solo usaremos la cruceta o stick para movernos y un único botón para interactuar. Los objetos que consigamos no los podemos utilizar como tal en cualquier momento, sino que cuando llegue el momento de usarlos se nos dará esa opción y punto, aunque en cualquier momento los podremos ver en el menú y leer su descripción. Aún con todas las fotografías que debemos tomar y hablar con todos los invitados, lo cierto es que la duración es bastante corta, pudiendo completar el juego la primera vez en unas tres o cinco horas, dependiendo de si nos aclaramos con los objetivos, tanto principales como secundarios.

Una vez completado el juego desbloqueamos el "Modo contrarreloj", que no es más que el juego original pero con un cronómetro y un nuevo ítem: los patines, los cuales nos permiten movernos mucho más rápidos. El único propósito de este modo es para mejorar nuestra marca personal, un reto posible gracias a a esos patines y a que ya nos conocemos el juego en su totalidad. Incluso es probable completar el recorrido en menos de una hora. Otras tareas para aumentar la experiencia rejugable es hallar las cuatro fotografías secretas y completar la lista de logros para Steam, que en la versión de Switch ha sido eliminada. Es posible seguir cumpliendo esos objetivos igualmente pero no nos darán logro alguno.
Arte voluptuoso de súcubos y golfos demonios
Aquí hay que destacar que la calidad de las imágenes es incluso mejor que las vistas en Crawlco Block Knockers, el anterior juego de la desarrolladora Cosmickankei y que analizamos en su momento. Al igual que en título, tenemos unas delanteras y traseros bastante exuberantes, pero eso será todo. No esperéis más como en otros juegos +18, pues al final Boo Party se ha quedado en +16. La variedad de monstruos es grande, aunque todos son los típicos a los que ya estamos acostumbrados, como zombis, momias, vampiresas, súcubos, gorgonas, sirenas, mujeres lobas, brujas y demás. Cuando nos topemos con alguien de quien podamos sacar una foto lo sabremos gracias a que tendrá un aspecto único, además de que aparecerá una ilustración bastante detallada junto a su texto cuando nos hable.

Los gráficos son los típicos de pixel art de 16 bits. Las animaciones de los personajes están bien pero son muy repetitivas, y al final siempre estamos viendo los mismos monstruos genéricos una y otra vez. En cambio las diferentes zonas de la mansión sí están claramente diferenciadas y son variadas, pues tendremos restaurante, piscina, gimnasio, pista de baile, habitaciones, jardín y otras estancias típicas de una mansión. Con la banda sonora ocurre algo curioso, y es que empezamos el juego teniendo una única canción que sonará en bucle. Sin embargo, cada vez que encontremos en la mansión una mesa de mezclas desbloquearemos una canción extra y podremos editar nuestra propia selección musical. De esta manera es posible elaborar un listado de canciones favoritas para el juego y elegir su frecuencia de aparición como melodías ambientales. Lamentablemente, en lo que a efectos de sonido se refiere, el juego tiene muy pocos de ellos y son bastante genéricos.
Conclusión
En conclusión, la idea del juego y su ejecución están bien, pero al final termina haciéndose muy corto. La mansión puede parecer muy grande al principio pero al final no lo es tanto. Algunas misiones son divertidas pero otras simplemente consisten en encontrar y traer ciertos objetos, además el hecho de que las instrucciones estén en un íntegro inglés no ayuda mucho. Eso sí, el humor y la lujuria están presenten en gran parte de esta aventura. Si es eso lo que buscas no te puedes perder esta gran fiesta en la mansión.

Enano sin nombre al servicio de la ciencia
Encarnamos a un joven fotógrafo retaco sin nombre que se adentra en un oscuro bosque, donde ha sido citado por una extravagante científica. La mujer nos dirá que ha detectado una gran actividad paranormal en una mansión cercana y que necesita pruebas fotográficas de los diferentes monstruos y espectros que se encuentren en su interior. Al llegar a la mansión observamos que está desierta y decrepita, pero al poco tiempo conseguiremos una invitación que nos revelara la verdad: los fantasmas existen. La mansión estaba protegida por un hechizo para que nadie de fuera pudiera ver la increíble juerga que se están pegando en ella.
Una vez nos hemos colado por toda nuestra jeta en dicha fiesta nuestro objetivo será conseguir 12 fotografías de 12 monstruos diferentes. Para ello tendremos que llevar a cabo varias misiones que consistirán desde conseguir objetos hasta cumplir determinados objetivos. Desplazarse por las secciones de la mansión es muy sencillo, aunque lo cierto es que un mapa para orientarse habría venido muy bien. Al inicio tenemos zonas bloqueadas pero enseguida quedarán libres a excepción de ciertos lugares concretos para los cuales necesitaremos algún objeto especial. En algunas ocasiones contadas estos objetivos nos pedirán participar en distintos minijuegos, entre los cuales un par de ellos simulan a otros videojuegos famosos, como un homenaje a Wario Ware. La variedad es decente y nos permite vivir cómicas situaciones.


Cada vez que obtengamos una fotografía ésta nos dará unas cosas llamadas “Puntos de alma”, los cuales son obligatorios para conseguir ciertos objetos y seguir avanzando con la trama. Por lo tanto, podemos ir cumpliendo los diversos objetivos más o menos en el orden que deseemos, con la única condición de ayudar sí o sí a los monstruos y obtener sus fotografías para seguir avanzando. Aquí llega la primera pega del juego, y es que si no sabemos algo de inglés lo pasaremos mal, pues el juego no está traducido a ningún otro idioma europeo. No es un inglés muy complicado pero si es necesario dominarlo un poco para entender que es lo que nos están pidiendo en cada misión.
Los controles no podrían ser mas sencillos, pues solo usaremos la cruceta o stick para movernos y un único botón para interactuar. Los objetos que consigamos no los podemos utilizar como tal en cualquier momento, sino que cuando llegue el momento de usarlos se nos dará esa opción y punto, aunque en cualquier momento los podremos ver en el menú y leer su descripción. Aún con todas las fotografías que debemos tomar y hablar con todos los invitados, lo cierto es que la duración es bastante corta, pudiendo completar el juego la primera vez en unas tres o cinco horas, dependiendo de si nos aclaramos con los objetivos, tanto principales como secundarios.


Una vez completado el juego desbloqueamos el "Modo contrarreloj", que no es más que el juego original pero con un cronómetro y un nuevo ítem: los patines, los cuales nos permiten movernos mucho más rápidos. El único propósito de este modo es para mejorar nuestra marca personal, un reto posible gracias a a esos patines y a que ya nos conocemos el juego en su totalidad. Incluso es probable completar el recorrido en menos de una hora. Otras tareas para aumentar la experiencia rejugable es hallar las cuatro fotografías secretas y completar la lista de logros para Steam, que en la versión de Switch ha sido eliminada. Es posible seguir cumpliendo esos objetivos igualmente pero no nos darán logro alguno.
Arte voluptuoso de súcubos y golfos demonios
Aquí hay que destacar que la calidad de las imágenes es incluso mejor que las vistas en Crawlco Block Knockers, el anterior juego de la desarrolladora Cosmickankei y que analizamos en su momento. Al igual que en título, tenemos unas delanteras y traseros bastante exuberantes, pero eso será todo. No esperéis más como en otros juegos +18, pues al final Boo Party se ha quedado en +16. La variedad de monstruos es grande, aunque todos son los típicos a los que ya estamos acostumbrados, como zombis, momias, vampiresas, súcubos, gorgonas, sirenas, mujeres lobas, brujas y demás. Cuando nos topemos con alguien de quien podamos sacar una foto lo sabremos gracias a que tendrá un aspecto único, además de que aparecerá una ilustración bastante detallada junto a su texto cuando nos hable.


Los gráficos son los típicos de pixel art de 16 bits. Las animaciones de los personajes están bien pero son muy repetitivas, y al final siempre estamos viendo los mismos monstruos genéricos una y otra vez. En cambio las diferentes zonas de la mansión sí están claramente diferenciadas y son variadas, pues tendremos restaurante, piscina, gimnasio, pista de baile, habitaciones, jardín y otras estancias típicas de una mansión. Con la banda sonora ocurre algo curioso, y es que empezamos el juego teniendo una única canción que sonará en bucle. Sin embargo, cada vez que encontremos en la mansión una mesa de mezclas desbloquearemos una canción extra y podremos editar nuestra propia selección musical. De esta manera es posible elaborar un listado de canciones favoritas para el juego y elegir su frecuencia de aparición como melodías ambientales. Lamentablemente, en lo que a efectos de sonido se refiere, el juego tiene muy pocos de ellos y son bastante genéricos.
Conclusión
En conclusión, la idea del juego y su ejecución están bien, pero al final termina haciéndose muy corto. La mansión puede parecer muy grande al principio pero al final no lo es tanto. Algunas misiones son divertidas pero otras simplemente consisten en encontrar y traer ciertos objetos, además el hecho de que las instrucciones estén en un íntegro inglés no ayuda mucho. Eso sí, el humor y la lujuria están presenten en gran parte de esta aventura. Si es eso lo que buscas no te puedes perder esta gran fiesta en la mansión.
Alternativas
Frank Adventure Saga.
Las ilustraciones son de muy buena calidad. BSO muy marchosa. Controles muy sencillos.
Está en integro inglés. Bastante corto. Muy pocas opciones de juego.
Una aventura divertida y picante que por desgracia termina haciéndose muy corta.