
PlayStation 4
Cincuenta sombras de From
El nuevo juego de From Software para Playstation 4 mantiene el alma y la oscuridad de sus juegos.
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En From Software no se lo esperaban, pero resultó hasta lógico. Durante la pasada generación los videojuegos sufrieron una evolución, se pasaron de "amigables". No sabemos si fue a causa de la irrupción de jugadores menos tradicionales atraídos por los dispositivos de movimiento, pero el caso es que los juegos comenzaron a facilitar el progreso. Interminables tutoriales que masticaban cada explicación, puntos de control cada pocos pasos y compañeros controlados por la inteligencia artificial que nos acompañaban para que no nos perdiéramos. En defintiva, cada vez eran más fáciles. Pues llegó From Software con su Demon´s Souls y nos pegó una patada en toda la boca. No de forma intencionada, claro. Costó que el juego llegase a Occidente y el revuelo que formó poco a poco provocó que Dark Souls, su enmascarada continuación, llegase a más plataformas y público. De llevarnos de la mano para no caernos pasamos a sufrir una puñalada en los riñones para lo que quedase de aventura.
A Dark Souls le siguió una segunda parte que ahora llega en versión requeteremasterizada para las nuevas plataformas, pero en From Software han visto el filón y han decidido iniciar una nueva franquicia en exclusiva para Playstation 4. Su nombre es Bloodborne y mantiene las señas de identidad de la casa: ambientes oscuros casi deprimentes y una exigente jugabilidad capaz de acogotar la paciencia de un comercial de Jazztel. O lo que es lo mismo, la primera gran exclusiva pensada de cero para Playstation 4 que no decepciona de salida por algún que otro motivo concreto (siempre que recordemos que The Last of Us es en realidad un título de PS3 mejorado).
La ciudad de Yharnam está asolada por multitud de enfermedades, algunas de ellas tan dañidas que provocan que sus enfermos se conviertan en los monstruos más peligrosos y horribles que hayamos podido imaginar en nuestra vida. Nosotros encarnamos a un cazador de criaturas, lo que en realidad nos convierte en una víctima más de la acechante urbe. En una presa. Si Dark Souls apostaba por el medievo más clásico con sus caballeros de brillante y lenta armadura, Bloodborne toma elementos del Londres victoriano para condimentarlos con el estilo gótico más oscuro y decadente que recordamos. A los más talluditos les vendrá a la memoria Nightmare Creatures, juego de Playstation que emplea una premisa con puntos en común. Irremediablemente, en cuanto a la ambientación y estilo, también nos acordamos de The Order 1886, aunque de forma mucho más puntual.
No estamos ante un título de acción al uso en el que se premie la habilidad. Bueno sí, pero no de la línea de Devil May Cry o Ninja Gaiden como podría parecer en una primera toma de contacto. Los elementos de acción están ahí, con sus combos y movimientos evasivos, pero más que la destreza para encadenar combos y conseguir puntos de estilo se recompensa el buen juicio a la hora de realizar nuestras acciones y progresar. ¿La recompensa? No morir en el intento. O mejor dicho, morir menos veces de las recomendables para nuestra autoestima. No faltarán aquellos que dirán que Bloodborne es más asequible que otros juegos del estudio, y nos les faltará nada de razón, pero eso no quita para que el juego nos ponga en continuos apuros y provoque el efecto contrario: nos incita a volver a por más. Bloodborne es nuestro particular Grey que nos tiene maniatados en su sala roja del dolor. Duele, pero gusta.