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Análisis de Blasphemous 2 - Un metroidvania patrio a la altura de los más grandes
Nintendo Switch PC PlayStation 5 Xbox

Análisis de Blasphemous 2 - Un metroidvania patrio a la altura de los más grandes

Tiene todo lo que hacía al primero un juego sobresaliente pero elevado a nivel sacro.

Por Keyser Soze,
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Hablar de Blasphemous 2 es hablar de lore. O más bien de folklore. La obra, o ya mejor dicho franquicia, de la gente de The Game Kitchen ha llegado en un 2023 plagado de lanzamientos y lo hace con poco miedo y mucho descaro para mirarles a la cara a todos ellos. Si algo llama la atención al ponerse a los mandos de esta secuela es que una vez jugados los primeros minutos nos damos cuenta de que el estudio ha sabido escuchar a los y las fans. Blasphemous 2 es todo lo que nos gustaba de su predecesor y mejora todo aquello en lo que aquel tropezaba.

Para empezar está la magia que ya rodeaba a la primera entrega que no sólo sigue vigente sino que se vitamina hasta la extenuación apoyándose en el arte y el lore español. Desde Zurbarán hasta cuestiones tan típicas de la idiosincrasia española que pueden aparecer en forma de "boss". Los escenarios gozan de un diseño mucho más detallado tanto que aparecen guiños y "easter eggs" a la mezquita de Córdoba y a otro sinfín de "topics" de nuestra cultura. Los tonos, el pixel art, las animaciones de los personajes y sobre todo los "bosses", que son gigantes, producen una sensación que embriaga y te deja un poco mareado ante tanta belleza. Blasphemous 2 logra erigirse en un género en el cual cada día cuesta más sobresalir de las fórmulas clásicas. Lo consigue a través de un apartado gráfico propio, con estilo, mucho buen gusto y un tratamiento de las luces y las sombras que, honestamente, merece mucho la pena ver y perderse por el mundo que nos presenta. Para todos vosotros y vosotras, a quienes un juego también os entra y mucho por los ojos, de verdad, no lo dudéis, Blasphemous 2 va a ser una experiencia de esas en las que cada segundo vas a estar alucinando un poquito más que el anterior con cada "sprite", cada fondo, cada efecto de luz, cada detalle, cada guiño. En definitiva, cada píxel de el juego es una maravilla.

Pero vayamos a lo que también nos importa y mucho. A su jugabilidad. De lo primero que tenemos que hablar es del movimiento de nuestro personaje, del penitente, que ha sido remozado de arriba a abajo pero al mismo tiempo manteniendo la esencia. Ahora todo es mucho más metroidvania en el sentido más contemporáneo. Es decir, fluidez y agilidad y donde el escenario es un poco el que está a nuestros pies y no al revés (tanto en el sentido literal como en el figurado, se me entienda). Ahora aparte del slide clásico y tras cierta curva de mejora de nuestro personaje tendremos doble salto y dash. Sencillo y al grano. La que sería la triada de movimientos básicos de todo buen metroidvania para poder explorar y que, además, sea muy divertido hacerlo como, de hecho, lo es. Y mucho.

In nómine patris verás la que se va a liar



Y aquí toca hablar entonces de por donde vamos a usar todo este repertorio de habilidades (quedando alguna más todavía por descubrir pero que no vamos a contar para dejar algún detalle para cuando juguéis el juego): los niveles. Pues no queda otra que volver a caer en vítores y alabanzas. El diseño de niveles de Blasphemous 2 es excelso. El backtracking está medido de manera perfecta, haciendo que las diferentes zonas conecten de manera muy orgánica proponiéndonos un reto lo suficientemente grande como para disfrutarlo pero no demasiado como para hacer tedioso los viajes de un lugar a otro. La manera de desbloquear las zonas no es lineal, incluso en esa no linealidad, típica de un metroidvania, existen peculiaridades. Me explico. Al comenzar la aventura tenemos que elegir entre tres armas diferentes, lo que supone otra de las principales mejoras respecto a su predecesor. Así pues, lo haremos entre dos espadas de estilo florete más rápidas pero que causan menos daño; una espada normal semejante a lo que en su día fue Custodía, equilibrada en daño y velocidad de ataque; y una maza que hace más daño pero es muy lenta. Aparte del consiguiente cambio entre unas y otras (sí, acabaremos teniendo las tres llegado cierto momento del juego) para luchar para con según qué enemigos, cada una de dichas armas nos proporcionan una habilidad que desbloquea algunos aspectos del escenario y que nos dejarán, o no, pasar hacia determinadas zonas. Por eso, dependiendo de lo que elijamos al principio la aventura cambiará y será diferente. En definitiva un diseño de niveles excelentemente medido, grande y amplio que garantiza una duración del juego base suficiente que hace que el juego valga cada euro que nos piden por él. Además, hay que resaltar aquí que la gente de The Game Kitchen ha escuchado a la comunidad y ha hecho que determinados aspectos del "gameplay", en este caso los relacionados con el escenario, como son los dichosos pinchos hayan sido reequilibrados sin ser eliminados encontrando una fórmula intermedia en la que aunque no nos maten del todo sí nos causarán suficiente daño como para que nos pensemos bien los saltos a realizar en según qué momentos.

En la batería de enemigos y "bosses" hay que comentar que la mayoría de ellos son nuevos para esta entrega aunque sí es cierto que unos cuantos que ya estaban presentes en el primero, de los enemigos normales, claro, siguen también aquí. Un detalle que quizás podrían haberse ahorrado y haber apostado por un "pool" completo y renovado de enemigos aunque no causa problema porque siguen encajando a la perfección con el lore, la historia y demás, con lo que aunque en términos de novedad pueda parecer un gesto regular es cierto que en términos de diseño y mirando la imagen completa del juego se entiende perfectamente porque todos ellos encajan a la perfección. Capítulo aparte son los "bosses". Aquí me detengo brevemente porque esto merece la pena que sea descubierto en la experiencia de juego de cada quien. Solo decir una cosa: son absolutamente espectaculares, están perfectamente bien diseñados y son los que elevan el juego a las cotas en las que está. Cada uno de ellos está pensado con mimo, tanto sus mecánicas como su lore como su diseño artístico. Podríamos hacer incluso un top y menciones especiales porque realmente son maravillosos y no nos queda aquí más que deciros que, si bien en términos de dificultad no son fáciles tampoco son desesperantes y tienen esas trazas de soulslike al superarlos de satisfacción gustosa por la que hay que pasar. En el capítulo de los peros hay alguna situación un poco angustiosa con algunos enemigos que se acumulan en espacios pequeños y es difícil escapar pero muy menor. Eso y algún defecto gráfico menor serían los únicos peros que ponerle al juego en general, pero seguro que serán solucionados con parches en muy breve espacio de tiempo.

Venga, al confesionario, por protestón.


En el resto de apartados, Blasphemous 2 sigue moviéndose entre los grandes, la banda sonora es alucinante y sigue al mando de Carlos Viola que ha vuelto, otra vez, a dar perfectamente con la tecla de lo que le va a cada momento épico, a cada transición, a cada escenario. Una banda sonora que puede ser escuchada perfectamente, para aquellos y aquellas que aprecien las composiciones más melódicas con estos tonos sacros pero con cierta épica detrás, incluso fuera de la experiencia de juego. La duración del juego es ajustada y para completarse al 100% puede hacerse en alrededor de las 15-20h, unas 10-12 si vamos a tiro hecho. Su rejugabilidad, por el momento y a falta de posibles DLC como los que ya incluso ya la gente de The Game Kitchen en el primero, no es mucha pero completar ese 100% tiene su aquel. Blasphemous 2 está lleno de secretos, coleccionables y pequeños apuntes de historia y lore que envuelven el resto de la aventura y que no son simples "quests" accesorias sino que enriquecen el resto de la experiencia.

En definitiva, un metroidvania a la altura de los más grandes. Que puede mirar de cara a los mayores referentes del género y que lo hace con una fórmula propia con mucho estilo, mucha clase y sobre todo, mucho buen gusto. Un metroidvania divertido, con un gameplay retador y satisfactorio y una enciclopedia de "bosses" que lo elevan a cotas muy top. Tanto si os va el género como si no, de verdad, Blasphemous 2 merece, y mucho, ser jugado. Dadle un tiento porque no os vais a equivocar.

Analizado en Nintendo Switch. Copia digital proporcionada por Press Engine

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Alternativas
Los grandes de siempre: Hollow Knight y Ori.
Su estilo visual y musical. Todo su lore. El gameplay. En fin, todo.
Algún defecto gráfico menor. Alguna situación difícil de más por mal diseño.
Un nuevo referente para el género que mira de cara a los más grandes sin nada que envidiarles.
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