Análisis de Asterigos, un bello RPG soulslike inspirado en la mitología griega

Ocurre a veces que das con uno de esos juegos que sin ser un bautizado como triple A y, a sabiendas de que carece de pulido en varios de sus apartados, tiene un no se qué que te invita a seguir jugando, descubriendo y aprendiendo. La nota, aunque parezca irónico en una web de crítica de videojuegos, a veces es lo de menos y es mejor quedarse con la experiencia personalizada que te ofrece esa obra como jugador. Sobre todo cuando lo estás gozando y eres capaz de respetar sus carencias. Llámalo vudú, llámalo energía. Tampoco este es el caso de una producción a la que le respalde una compañía con un gran músculo financiero, cosa que no asegura el éxito, pero al igual que en la vida, ayuda a sobrellevar las cosas.

La condena de una ciudad antigua en manos de una heroína

Aunque pueda coger a alguno a contra pie, Asterigos: Curse of the stars es una aventura en tercera persona, con toques de RPG y que chupa la sangre de Miyazaki para convertirse en un nuevo “soulslike”. Más accesible y generoso con la salud del jugador, eso sí. Inspirado en la mitología romana y griega, su historia se centra en Afes, una ciudad que antaño fue rica y próspera pero que desde hace años se encuentra sumida en una extraña maldición… La experiencia comienza con Hilda, una joven guerrera de la legión del Viento Septentrional que ha emprendido una misión de scouting en busca de su padre y un grupo de soldados desaparecidos. Sus pesquisas la conducen hasta las murallas de Afes, donde descubrirá el mal que alberga en la ciudad y empezará a entender ciertos misterios.




La obra de Acme Studio y tinyBuild es un juego copioso en muchos aspectos. Está sediento de contenido a todos los niveles y, aunque en muchos de ellos no llega a sobresalir, sí se desenvuelve francamente bien. Si tenemos en cuenta que el título que hoy analizamos es el debut del estudio, entonces la cosa tiene aún más mérito. Pronto tenemos acceso a las cinco armas principales, de las cuales podemos llevar equipadas dos, para crear una build adaptada a nuestro estilo de juego. Cada una de ellas está bien diferenciada en frames de animación, consumo de puntos de acción, velocidad de ejecución del golpe y por supuesto en el daño por segundo. A medida que vayamos completando nuestra barra de experiencia y subida de nivel de personaje, descubriremos un árbol de talentos que ofrece habilidades pasivas y otras específicas de cada arma, que permite desbloquear nuevos ataques especiales o mejorar el daño de nuestros combos. Lo curioso es que en algunos casos se ofrece un sistema de riesgo-recompensa que nos hace pensar bien cada punto invertido. Por suerte, tenemos la opción de restablecerlos para probar diferentes combinaciones.

Además de las habilidades, ganamos puntos que podemos invertir en ampliar el rango máximo de la barra de salud, en el aumento de daño bien en el desgaste como en el impacto y la velocidad de recuperación de la barra de acción, lo que también ayuda a ampliar más la versatilidad. También podemos engarzar nuestras armas con diferentes elementos para causar efectos novedosos. Este sumatorio de opciones se resuelve en una fase de combate satisfactoria en líneas generales, donde el parry y el dash tienen cierto protagonismo si no quieres acabar hecho trizas en dos o tres golpes, aunque es un sistema mucho más dinámico y ligero. Los enemigos suelen variar lo suficiente en mecánicas de unos a otros y está bien elegida su colocación a lo largo del mapa, lo que ofrece un buen ritmo en casi todo momento. Por encima de todos destacan los jefes, mucho más trabajados y con diferentes fases a medida avanza el combate contra ellos y que seguramente nos hagan repetir el enfrentamiento en más de una ocasión.

"Tenemos acceso a las cinco armas principales, de las cuales podemos llevar equipadas dos, para crear una build adaptada a nuestro estilo de juego."

Quizás el otro punto clave en este tipo de género sea la coherencia del world buiding. Asterigos: Curse of the stars ofrece grandes mapas interconectados, algunos de ellos muy imponentes, y con buena variedad de diseño, que invitan a una exploración minuciosa y en el que cierto back tracking se convierte en necesidad para abrir nuevos atajos. Esta exploración acaba ofreciendo pequeñas recompensas en forma de consumibles, la posibilidad de abrir nuevas conexiones entre zonas por medio de atajos, tiendas en las que poder pertrecharnos e incluso algún que otro secretillo.

A pesar de que el juego quiere empujar en todo momento a conocer qué trama se oculta en ciudad maldita, y para ello amplía la narrativa a través de objetos perdidos que ofrecen información y ciertas secundarias, la manera de presentarlo no es lo suficientemente atractivo para el jugador y se echa en falta alguna cinemática o enlace visual que le envuelva en un aura más épica en ciertos momentos. A lo largo de la aventura también encontramos “ecos”, pequeños hologramas que nos explican actos y sucesos que acontecieron en ese lugar. Se ve que juega a ser un título de From Software en este aspecto, con información escueta que hace al jugador ir cohesionándola en su cerebro, pero que no acaba de conseguirlo de manera tan efectiva. Es en estas cosas es donde se nota que la falta presupuesto convierte a veces lo heroico en una experiencia más trivial.



En el apartado gráfico Asterigos: Curse of the stars aplica una estética cartoon que logra transmitir magia y misticismo, que lo hace muy atractivo visualmente. Es fácil que recuerde a otros títulos de este misma generación, o de pasadas incluso. Le acompaña unos buenos diseños y animaciones de los personajes, aunque falta trabajo de gesticulación facial y sincronización labial en muchas escenas. Da la sensación que tenían que cortar por algún lado, y si así es, nos parece un acierto limitar la inversión en este aspecto para poder desarrollar otras áreas de manera más desprendida. El arte cumple con creces. Sin duda otro aspecto destacable de la aventura de Hilda es el audio. Sobresaliente. El juego cuenta con una gran cantidad de melodías de bella factura, destacando el uso de instrumentos de viento y cuerda. Especial mención merece la pista musical Nostalgia, del compositor WeiFan Chang e interpretado por Emi Evans en las voces y la Budapest Symphony Orchestra. Es una banda sonora tan onírica que es fácil cerrar los ojos y dejarse transportar a ese mundillo greco romano. Las interpretación de las voces, en inglés, también ha sido muy cuidada.

Conclusión

El próximo 23 de febrero, la experiencia se completará con Asterigos: Call of the paragons un DLC que traerá un nuevo área que explorar, además de siete nuevos jefes y un nuevo sistema de crafteo. Desde luego que sin él, la experiencia original ya es un título que goza tanto de suficiente contenido como de unas excelentes bases sobre las que trabajar en el futuro para convertirlo en algo todavía más épico para así poder hacer todavía más ruido. Sin duda, un gran trabajo del desarrollador indie Acme Studio y de la editora tibyBuild, la cual se ha preocupado de lanzar la obra a todas las plataformas posibles, desde PlayStation y Xbox hasta PC. Por si fuera poco, es compatible con SteamDeck, ideal para enfrentarnos a los jefes más peligrosos en cualquier momento. Gracias al carácter multiplataforma de la propuesta, cualquier usuario conocerá y apreciará a Hilda, una guerrera alada sin par.