
PlayStation 3
Amigos hasta la muerte
La última entrega de Army of Two toma un nuevo camino. Alpha y Bravo son los que cogen el testigo.

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México. Ese paraíso de aguas cristalinas y antiguas culturas de grandes conocimientos e interesantes profecías. No, ésa no es la imagen que ha querido dar Electronic Arts con su nuevo Army of Two, más bien todo lo contrario. Violencia, drogas, delincuencia y unos miembros de un cártel muy cabreados. EA Montreal ha unido fuerzas con dos importantes equipos de desarrollo de la casa, Visceral Games (que ya pasó a mejor vida) y Danger Close (cuyo último proyecto, Medal of Honor: Warfighter, no salió del todo bien).
Las nuevas generaciones vienen pegando fuerte, así que Salem y Rios, antiguos protagonistas de las dos anteriores entregas, dejan el trabajo de campo para ponerse a dirigir la empresa de nombre T.W.O. Sus sustitutos son Alpha y Bravo, dos armarios empotrados que tienen su misma personalidad. La intención (o la excusa, según se vea) es que el jugador se sienta más identificado con uno de los dos soldados. La conclusión que sacamos es que desde EA no querían comerse la cabeza con un juego que posee una orientación tan arcade.
Metiéndonos más de lleno en el contenido, The Devil's Cartel se diferencia en gran parte de sus antecesores por lo que acabamos de comentar, posee un enfoque más arcade, más destinado a conseguir puntos y repetir las secuencias que a contar una historia, la cual pasa a un plano secundario (por no decir terciario). Ésta se desarrolla a través de secuencias entre misión y misión y ambos personajes van soltando chascarrillos de machotes propios de una película de acción ochentera. Teniendo en cuenta el público objetivo del juego, seguramente muchos de sus jugadores estarán contentos con este tipo de humor.
The Devil's Cartel apuesta muy fuerte por el cooperativo. Aunque se puede jugar solo, con la ayuda de un compañero controlado por IA, lo ideal es hacerlo junto a alguien humano, ya sea en pantalla partida o a través del online (que requiere un pase, como viene siendo costumbre en EA). El desarrollo del juego se limita a disparar y avanzar, y no es por afán de ser simplistas y desprestigiar el género, pero en este caso, no hay ninguna variedad. Incluso en las primeras entregas vimos otro tipo de situaciones, como coordinarse disparando con un francotirador o luchar espalda con espalda para sobrevivir por todos los medios.
Lo que sí se mantiene es el modo Aniquilación. Conforme disparamos y matamos a nuestros enemigos, vamos rellenando una barra que nos permite entrar en una especie de modo berserker. Dentro de él somos invencibles y tanto la munición como las granadas son infinitas. La verdad es que la sensación de poder que da es alucinante, al igual que el espectáculo de arrasar con todo lo que haya por medio, desde los soldados cuyos cuerpos caen desmembrados debido a la potencia de fuego hasta los objetos del escenario que quedan completamente destruidos.
Las nuevas generaciones vienen pegando fuerte, así que Salem y Rios, antiguos protagonistas de las dos anteriores entregas, dejan el trabajo de campo para ponerse a dirigir la empresa de nombre T.W.O. Sus sustitutos son Alpha y Bravo, dos armarios empotrados que tienen su misma personalidad. La intención (o la excusa, según se vea) es que el jugador se sienta más identificado con uno de los dos soldados. La conclusión que sacamos es que desde EA no querían comerse la cabeza con un juego que posee una orientación tan arcade.
Metiéndonos más de lleno en el contenido, The Devil's Cartel se diferencia en gran parte de sus antecesores por lo que acabamos de comentar, posee un enfoque más arcade, más destinado a conseguir puntos y repetir las secuencias que a contar una historia, la cual pasa a un plano secundario (por no decir terciario). Ésta se desarrolla a través de secuencias entre misión y misión y ambos personajes van soltando chascarrillos de machotes propios de una película de acción ochentera. Teniendo en cuenta el público objetivo del juego, seguramente muchos de sus jugadores estarán contentos con este tipo de humor.
The Devil's Cartel apuesta muy fuerte por el cooperativo. Aunque se puede jugar solo, con la ayuda de un compañero controlado por IA, lo ideal es hacerlo junto a alguien humano, ya sea en pantalla partida o a través del online (que requiere un pase, como viene siendo costumbre en EA). El desarrollo del juego se limita a disparar y avanzar, y no es por afán de ser simplistas y desprestigiar el género, pero en este caso, no hay ninguna variedad. Incluso en las primeras entregas vimos otro tipo de situaciones, como coordinarse disparando con un francotirador o luchar espalda con espalda para sobrevivir por todos los medios.
Lo que sí se mantiene es el modo Aniquilación. Conforme disparamos y matamos a nuestros enemigos, vamos rellenando una barra que nos permite entrar en una especie de modo berserker. Dentro de él somos invencibles y tanto la munición como las granadas son infinitas. La verdad es que la sensación de poder que da es alucinante, al igual que el espectáculo de arrasar con todo lo que haya por medio, desde los soldados cuyos cuerpos caen desmembrados debido a la potencia de fuego hasta los objetos del escenario que quedan completamente destruidos.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 27 de marzo de 2013
Desarrollado por:
Visceral Games (EA Redwood Shores)