
PlayStation 3
Shangái en llamas
Después de la sorpresa que supuso la primera entrega, Electronic Arts pretende pulirla y conseguir un título que destaque entre los de su género.

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Army of Two nos sorprendió en su momento de lanzamiento. No fue una revolución en el género, pero sí aportó un soplo de aire fresco con interesantes ideas. Todo el complejo se asentaba en el juego cooperativo, por lo que tenían que trabajar en una inteligencia artificial que funcionase correctamente en todo momento. Ésta era mejorable, y así se ha dejado notar en esta segunda entrega.
The 40th Day parte de una base idéntica del anterior e incluso peca de pocas mejoras y de seguir una línea demasiado continuista. Esta vez, Tyson Rios y Elliot Salem, los dos mercenarios protagonistas, se encuentran en Shangái en una sencilla misión como otras tantas. La acción tiene lugar unos años después del primero, cuando ambos militares han formado su propia empresa de "limpieza" llamada Trans World Operations (TWO) con ayuda de su compañera Alice Murray. Al terminar su trabajo, se encuentran con que la ciudad china está siendo destruida literalmente: las explosiones vienen de todos los lados y los grandes rascacielos caen con gran estruendo. Que la acción transcurra en un sitio concreto repercute en varios aspectos. Sí es cierto que se nota una historia más cohesionada, sin tantos saltos de un lugar a otro, pero de igual manera afecta a la variedad. En el apartado gráfico también comentaremos cómo de bien está conseguida esa ambientación de destrucción y caos. Por desgracia, estamos ante una historia con una profundidad nula, que únicamente avanza en el final (y lo hace para terminar) y que, además, está mal narrada, y eso que hay poco que narrar.
Con Shangái de fondo cayéndose en pedazos, toca lidiar con los terroristas que, al parecer, están causando todo el desastre. La mecánica sigue siendo la misma: sin la ayuda de nuestro compañero no podremos salir vivos. Para ello, repite el sistema de agresividad (conocido como Aggro) mediante el cual uno de los mercenarios podrá atraer la atención de sus enemigos mientras el otro campa a sus anchas para pillarles desprevenidos. Lo esencial sería jugar con un compañero humano (online o a pantalla partida), que es cuando el juego gana más enteros, pero no hay que olvidarse de aquellos que no tengan esa suerte y tengan que recurrir al uso de la CPU. EA ha mejorado este aspecto y ha conseguido una inteligencia artificial que cumple muy bien con su propósito.
Para controlar a nuestro compañero contamos con tres órdenes que daremos mediante la cruceta: reagruparse, mantener posición y avanzar. Aunque son muy generales, funcionan a la perfección y la IA busca los mejores sitios para atrincherarse y proporcionarnos fuego de cobertura o para pasar por debajo del fuego cruzado mientras nosotros le cubrimos. Es por eso que quizás no se echa demasiado en falta órdenes más concretas como marcarle el lugar concreto a donde se tiene que dirigir o el enemigo al que tiene que disparar. Además, la puntería es muy buena y lo convierte en un compañero letal. Por otro lado, en lo que respecta a la IA del enemigo, también encontramos grandes virtudes. Estos reaccionarán a nuestra estrategia de combate, intentarán buscar los flancos y los puntos débiles.
Además de los soldados normales, hay enemigos finales que intentarán ponernos las cosas más difícil. Desgraciadamente, acabar con ellos es bastante simple y no conlleva ningún desafío. El procedimiento que seguir para derrotarlos conlleva tan sólo que uno de la pareja atraiga su atención y el otro se encarga de acribillar la parte al descubierto de su armadura o el depósito de combustible. Realmente, ésta es la tónica general del juego. Salvo por el nivel de dificultad "Contratista", el más alto, The 40th Day no supone un gran reto para los que estén más o menos familiarizados con los shooters en tercera persona.
The 40th Day parte de una base idéntica del anterior e incluso peca de pocas mejoras y de seguir una línea demasiado continuista. Esta vez, Tyson Rios y Elliot Salem, los dos mercenarios protagonistas, se encuentran en Shangái en una sencilla misión como otras tantas. La acción tiene lugar unos años después del primero, cuando ambos militares han formado su propia empresa de "limpieza" llamada Trans World Operations (TWO) con ayuda de su compañera Alice Murray. Al terminar su trabajo, se encuentran con que la ciudad china está siendo destruida literalmente: las explosiones vienen de todos los lados y los grandes rascacielos caen con gran estruendo. Que la acción transcurra en un sitio concreto repercute en varios aspectos. Sí es cierto que se nota una historia más cohesionada, sin tantos saltos de un lugar a otro, pero de igual manera afecta a la variedad. En el apartado gráfico también comentaremos cómo de bien está conseguida esa ambientación de destrucción y caos. Por desgracia, estamos ante una historia con una profundidad nula, que únicamente avanza en el final (y lo hace para terminar) y que, además, está mal narrada, y eso que hay poco que narrar.
Con Shangái de fondo cayéndose en pedazos, toca lidiar con los terroristas que, al parecer, están causando todo el desastre. La mecánica sigue siendo la misma: sin la ayuda de nuestro compañero no podremos salir vivos. Para ello, repite el sistema de agresividad (conocido como Aggro) mediante el cual uno de los mercenarios podrá atraer la atención de sus enemigos mientras el otro campa a sus anchas para pillarles desprevenidos. Lo esencial sería jugar con un compañero humano (online o a pantalla partida), que es cuando el juego gana más enteros, pero no hay que olvidarse de aquellos que no tengan esa suerte y tengan que recurrir al uso de la CPU. EA ha mejorado este aspecto y ha conseguido una inteligencia artificial que cumple muy bien con su propósito.
Para controlar a nuestro compañero contamos con tres órdenes que daremos mediante la cruceta: reagruparse, mantener posición y avanzar. Aunque son muy generales, funcionan a la perfección y la IA busca los mejores sitios para atrincherarse y proporcionarnos fuego de cobertura o para pasar por debajo del fuego cruzado mientras nosotros le cubrimos. Es por eso que quizás no se echa demasiado en falta órdenes más concretas como marcarle el lugar concreto a donde se tiene que dirigir o el enemigo al que tiene que disparar. Además, la puntería es muy buena y lo convierte en un compañero letal. Por otro lado, en lo que respecta a la IA del enemigo, también encontramos grandes virtudes. Estos reaccionarán a nuestra estrategia de combate, intentarán buscar los flancos y los puntos débiles.
Además de los soldados normales, hay enemigos finales que intentarán ponernos las cosas más difícil. Desgraciadamente, acabar con ellos es bastante simple y no conlleva ningún desafío. El procedimiento que seguir para derrotarlos conlleva tan sólo que uno de la pareja atraiga su atención y el otro se encarga de acribillar la parte al descubierto de su armadura o el depósito de combustible. Realmente, ésta es la tónica general del juego. Salvo por el nivel de dificultad "Contratista", el más alto, The 40th Day no supone un gran reto para los que estén más o menos familiarizados con los shooters en tercera persona.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 29 de enero de 2010
Desarrollado por:
EA Montreal