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Análisis de Armored Core VI, el regreso meteórico a los orígenes de FromSoftware
Una serie venerable, si bien no reconocida, Armored Core vuelve a la actualidad con una fuerza incontestable

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El anuncio de Armored Core VI: Fires of Rubicon pilló desprevenido al público. ¿Un juego de mecas? FromSoftware y souls se han convertido en dos entidades inseparables, no se reconoce una sin la otra, pero no siempre fue así. FromSoftware tiene un pasado rico y variado, desde que empezó su aventura en la primera PlayStation con King's Field y Armored Core, hasta su paso por Xbox con Otegi o por GameCube con Lost Kingdoms, por citar algunos ejemplos. Quien ya conociese a la compañía japonesa sabrá que su identidad ha sido bastante constante en el tiempo y no se inventó con Demon's Souls; los que se han subido al carro en la última década tienen la suerte de poder descubrir ahora este legado gracias a la nueva entrega de la franquicia más longeva, Armored Core VI: Fires of Rubicon.
Aterrizaje en Rubicon
Afrontar un análisis de un juego de Armored Core VI es complicado porque no es fácil identificar a la audiencia. Asumir que nadie conoce la serie Armored Core sería un error, igual que lo sería entrar en detalle sobre las diferencias de esta entrega respecto a las anteriores. Al fin y al cabo, siempre han sido juegos minoritarios y no precisamente bien tratados por la crítica. Pero la situación ahora es diferente, las expectativas ante cualquier juego con la firma de FromSoftware son más altas, la predisposición de cualquiera para ponerse a los mandos de un meca es más grande que nunca. Y eso también forma parte de la experiencia Armored Core VI, un juego que destaca sobre los demás por mantenerse fiel a su fórmula, que algunos han tratado de replicar en su ausencia, como Daemon X Machina.

"Los fuegos de Rubicon" es mucho más que un subtítulo llamativo, es la clave central del argumento. Rubicon es el planeta donde se desarrolla la historia, en él aterrizamos a bordo de nuestro meca. Este mundo devastado guarda un recurso natural de tremendo valor para la humanidad, el coral, y por él han acudido varios organismos para tomar el control. Entre ellos, corporaciones empresariales, entidades gubernamentales y por supuesto, facciones de mercenarios que están dispuestos a venderse al mejor postor. Mercenarios por supuesto a bordo de sus mecas, que son el principal instrumento para resolver los conflictos armados, que se suceden sin descanso en esta tierra sin ley. La trama se desarrolla sin prisa pero sin pausa, dibujando un futuro insoportable y oscuro para la humanidad. En Rubicon hay algo más que un recurso natural, hay toda una historia que desvelar, un relato de ciencia ficción con muchas sorpresas y giros dramáticos.
En ciertos aspectos, Armored Core VI se mantiene muy fiel a sus orígenes. La narrativa es muy escueta (aunque no tanto como otros juegos de FromSoftware) y se desarrolla íntegramente por diálogos. Nunca vemos los rostros humanos de los personajes, nunca hay cinemáticas que no incluyan a los mecas en acción, y muchas de los detalles de Rubicon los vamos a aprender de forma poco ortodoxa, como leyendo los registros de combate de otros mecas. No hay una emotividad personal, la frialdad es omnipresente... y eso también lo usa FromSoftware a su favor para crear una atmósfera opresiva y escalofriante. En suma, esta entrega continúa el estilo argumental de la serie, con una puesta en escena primitiva pero efectiva: en todo momento hay un misterio que nos rodea y nos empuja a seguir jugando. Los aficionados de Dune encontrarán un universo familiar en Armored Core VI, con la pátina inconfundible de FromSoftware.
Una máquina de guerra en un conflicto moral
Como mercenarios de Rubicon, nuestro trabajo es cumplir órdenes. Somos el brazo armado de la organización que nos quiera contratar, ya sea una corporación militar dispuesta a apoderarse de Rubicon, o la fuerza de resistencia rubiconiana que quiere proteger sus dominios. La moralidad se deja de lado, ¿quiénes somos para señalar a unos como buenos o malos? Rubicon es un punto de inflexión en la humanidad, es como el descubrimiento del petróleo o la pólvora: potencia el desarrollo de nuestra especie, pero también multiplica sus posibilidades de autodestrucción. La realidad es bastante compleja, y como tal, solo podemos resignarnos a sacar provecho de ella. Acepta misiones en el hangar, y dispón tu gigante metálico para arrasar instalaciones militares, desactivar armas de destrucción masiva o investigar lo ocurrido en un conflicto previo. Cada misión dura entre 2 y 15 minutos, son píldoras de acción con un planteamiento muy concreto, un enfoque totalmente arcade que se remonta a los orígenes del primer Armored Core en 1997.

El protagonista es un personaje misterioso sin mucha identidad. Al principio del juego, en la primera misión, necesita robar la identidad de un meca para poder operar en Rubicon. Así obtiene su apodo, "Cuervo", que los fans de Armored Core reconocerán sin duda. No pasará mucho tiempo hasta que Cuervo empiece a ganar notoriedad, tanto entre las corporaciones como entre otros mercenarios. La batalla campal que se está librando en Rubicon a menudo pasa por sus manos. Este es un juego extraño donde podemos personalizar con mucho detalle las capacidades de combate del protagonista, como en todo juego de mecas, hasta el punto de que no quede ningún identificativo original. ¿Quién es Cuervo realmente? Solo sabemos que controla un meca con un arsenal cada vez mayor a su disposición.
La personalización del meca es un punto fundamental del juego. Como ya es tradicional en Armored Core, cuando terminas una misión ganas créditos, y parte de lo que has ganado se destina a sufragar los gastos de reparación y munición. Juega de la forma más eficiente posible para ganar más dinero, y luego usa ese dinero para comprar nuevas piezas en la tienda. Equipa distintas armas en cada mano y cada hombro, cambia el chasis del meca (cabeza, torso y piernas), su fuente de energía o su propulsor. La cantidad de opciones diferentes permite estilos de juego muy variados. Equipa un chasis ligero y tendrás mucha facilidad para volar y esquivar; usa armas de contención como ametralladoras para no dejar un respiro al enemigo; prepara un arma de cuerpo a cuerpo en tu brazo izquierdo para asestar un brutal revés cuando le hayas acorralado. Encontrar tu estilo de combate favorito no es fácil, y también depende de con quién estás luchando: algunos jefes son débiles a determinadas estrategias, mientras que los enemigos rasos requieren un meca equilibrado.

A diferencia de un juego de acción convencional, Armored Core permite cambiar por completo todo nuestro equipamiento en cualquier momento sin penalizaciones. Si no te gustan las armas o piezas que tienes, véndelas todas al precio que las habías comprado y adquiere otras. Esta flexibilidad ofrece la oportunidad de experimentar sin fin, es muy divertido ir refinando nuestra máquina de guerra al gusto, y batir las misiones más difíciles con una configuración que hemos trabajado continuamente. Conforme avanza el juego, obtenemos nuevas piezas que ofrecen mayores posibilidades de personalización y, si las aprovechamos con astucia, seremos capaces de montar mecas mucho más poderosos. Entender todos los parámetros del meca puede parecer agotador al principio, pero la ayuda contextual es muy útil, y pronto nos encontraremos como pez en el agua sustituyendo baterías de misiles por cañones de plasma, o confeccionando un meca capaz de rodear rápidamente al enemigo para extinguir sus defensas.
El jugador, ingeniero y piloto
El combate llega a ser bastante complejo en lo mecánico, bastante más complejo que otros juegos de FromSoftware y que otros juegos de acción en general. Acción es la palabra: este juego consiste en disparar, pero no en el sentido convencional, ya que la puntería no es demasiado importante. El meca apunta automáticamente a los enemigos que tenga enfrente, siempre y cuando su módulo de rastreo lo facilite. De este modo, la principal dificultad consiste en tener a los enemigos en el punto de mira, y sobre todo, esquivar sus disparos. La jugabilidad es muy evasiva, nos pueden disparar y lanzar misiles, ondas de energía y llamaradas desde cualquier ángulo y nuestro meca no es demasiado resistente. Es común cometer un error y ver cómo un ataque combinado nos hacer perder más de la mitad de la salud en un instante, en especial si han roto la actitud del meca. Mientras esquivar ya nos mantendrá bastante ocupados, decidir cuándo disparar con las cuatro armas que lleva el meca simultáneamente también requiere mucha concentración: es importante controlar la munición, el tiempo de recarga y el efecto de cada arma, que a menudo son distintos.
¿Qué es la actitud? Conocido en otros juegos como postura o poise, esta entrega de Armored Core incorpora la capacidad de que un meca se pueda agotar y quedar aturdido durante unos momentos, reduciendo drásticamente la defensa y quedando expuesto a los ataques. Esta mecánica, vista en juegos como Sekiro o Elden Ring, tiene unas implicaciones muy diferentes en Armored Core. Romper la actitud de otro meca exige una configuración específica del meca, y a menudo no es opcional: si no conseguimos romper la actitud de ciertos jefes, será mucho más difícil acabar con ellos. Equipa un cañón o un arma destinada para reducir al máximo la actitud del enemigo, y trata de usarla de la forma más acertada posible para aturdir lo antes posible. En el momento de aturdirlo, desenfunda todo lo que tengas en la recámara para hacer el máximo daño posible.

Todos los elementos citados orquestan un sistema de combate exigente, muy divertido y súper gratificante. El descubrimiento de las posibilidades que ofrece la jugabilidad, desde que el primer contacto en la misión de aterrizaje, hasta el jefe final del juego, es una montaña rusa dirigida por la curiosidad, la experimentación y muchas muertes. En efecto, esto no deja de ser un juego de FromSoftware, y pese a las enormes diferencias que hay con Dark Souls o Sekiro, la dificultad llega a niveles muy altos en ciertos puntos. Lo que hace que Armored Core VI sea más accesible es que muchas de las misiones son de dificultad baja, pensadas para dominar aspectos concretos del juego. Algunos enfrentamientos son verdaderamente espectaculares, combates de una grandilocuencia extraordinaria contra criaturas mecánicas impresionantes, a veces intimidantes, otras veces gigantescas. A pesar de que controlamos a una máquina de guerra bípeda gigante, a menudo nos sentimos pequeños: la escala de los peligros en Rubicon es capaz de superar todas las expectativas.
Mientras que la jugabilidad de Armored Core VI es exquisita, y encaja a la perfección con su enfoque arcade (nada parecido al carácter aventurero de un Dark Souls, por ejemplo), echo en falta un poco más de ambición. En esencia, Armored Core VI se siente más restringido de lo que debería. Los escenarios son igual de pequeños que han sido siempre, y nos encontraremos chocando con paredes invisibles que nos nos dejan ir más allá, incluso en pleno combate. La variedad de misiones es menos alta de lo que podría haber sido, pues la mayoría son simplemente un encargo de atravesar una zona y destruir todo lo que hay en el camino. Cuando se sale de este guión, Armored Core VI brilla con especial intensidad; recuerdo vívidamente una misión de proteger un área de los ataques enemigos nos exige dominar el espacio y no solo ser eficiente en el combate, sino también vigilar el radar. Otra misión también memorable nos sitúa en una gigantesca estructura por la que introducirse para destruir su interior, y acto seguido comienza una huida desesperada para no acabar enterrado en los escombros de la inminente explosión. Son fórmulas sencillas, que no se explotan demasiado, y podrían haber otorgado mayor riqueza a la experiencia.
Conclusiones
FromSoftware realiza un quiebro que pocos se veían venir, y trae a la actualidad su franquicia histórica con una solidez absoluta. Armored Core VI: Fires of Rubicon es intenso, sorprendente, en ocasiones agotador, con picos de dificultad considerables y por encima de todo, una identidad que brilla 25 años después. Queremos que FromSoftware continúe trabajando en Armored Core porque ha demostrado que tiene mucho que decir, pues ha confeccionado un juego de acción realmente espectacular, al que solo le podemos señalar una pequeña inseguridad: esta ha sido una apuesta menos atrevida que las de sus hermanos pequeños los souls, pero no por ello menos acertada.
Aterrizaje en Rubicon
Afrontar un análisis de un juego de Armored Core VI es complicado porque no es fácil identificar a la audiencia. Asumir que nadie conoce la serie Armored Core sería un error, igual que lo sería entrar en detalle sobre las diferencias de esta entrega respecto a las anteriores. Al fin y al cabo, siempre han sido juegos minoritarios y no precisamente bien tratados por la crítica. Pero la situación ahora es diferente, las expectativas ante cualquier juego con la firma de FromSoftware son más altas, la predisposición de cualquiera para ponerse a los mandos de un meca es más grande que nunca. Y eso también forma parte de la experiencia Armored Core VI, un juego que destaca sobre los demás por mantenerse fiel a su fórmula, que algunos han tratado de replicar en su ausencia, como Daemon X Machina.


"Los fuegos de Rubicon" es mucho más que un subtítulo llamativo, es la clave central del argumento. Rubicon es el planeta donde se desarrolla la historia, en él aterrizamos a bordo de nuestro meca. Este mundo devastado guarda un recurso natural de tremendo valor para la humanidad, el coral, y por él han acudido varios organismos para tomar el control. Entre ellos, corporaciones empresariales, entidades gubernamentales y por supuesto, facciones de mercenarios que están dispuestos a venderse al mejor postor. Mercenarios por supuesto a bordo de sus mecas, que son el principal instrumento para resolver los conflictos armados, que se suceden sin descanso en esta tierra sin ley. La trama se desarrolla sin prisa pero sin pausa, dibujando un futuro insoportable y oscuro para la humanidad. En Rubicon hay algo más que un recurso natural, hay toda una historia que desvelar, un relato de ciencia ficción con muchas sorpresas y giros dramáticos.
«Los aficionados de Dune encontrarán un universo familiar en Armored Core VI, con la pátina inconfundible de FromSoftware»
En ciertos aspectos, Armored Core VI se mantiene muy fiel a sus orígenes. La narrativa es muy escueta (aunque no tanto como otros juegos de FromSoftware) y se desarrolla íntegramente por diálogos. Nunca vemos los rostros humanos de los personajes, nunca hay cinemáticas que no incluyan a los mecas en acción, y muchas de los detalles de Rubicon los vamos a aprender de forma poco ortodoxa, como leyendo los registros de combate de otros mecas. No hay una emotividad personal, la frialdad es omnipresente... y eso también lo usa FromSoftware a su favor para crear una atmósfera opresiva y escalofriante. En suma, esta entrega continúa el estilo argumental de la serie, con una puesta en escena primitiva pero efectiva: en todo momento hay un misterio que nos rodea y nos empuja a seguir jugando. Los aficionados de Dune encontrarán un universo familiar en Armored Core VI, con la pátina inconfundible de FromSoftware.
Una máquina de guerra en un conflicto moral
Como mercenarios de Rubicon, nuestro trabajo es cumplir órdenes. Somos el brazo armado de la organización que nos quiera contratar, ya sea una corporación militar dispuesta a apoderarse de Rubicon, o la fuerza de resistencia rubiconiana que quiere proteger sus dominios. La moralidad se deja de lado, ¿quiénes somos para señalar a unos como buenos o malos? Rubicon es un punto de inflexión en la humanidad, es como el descubrimiento del petróleo o la pólvora: potencia el desarrollo de nuestra especie, pero también multiplica sus posibilidades de autodestrucción. La realidad es bastante compleja, y como tal, solo podemos resignarnos a sacar provecho de ella. Acepta misiones en el hangar, y dispón tu gigante metálico para arrasar instalaciones militares, desactivar armas de destrucción masiva o investigar lo ocurrido en un conflicto previo. Cada misión dura entre 2 y 15 minutos, son píldoras de acción con un planteamiento muy concreto, un enfoque totalmente arcade que se remonta a los orígenes del primer Armored Core en 1997.


El protagonista es un personaje misterioso sin mucha identidad. Al principio del juego, en la primera misión, necesita robar la identidad de un meca para poder operar en Rubicon. Así obtiene su apodo, "Cuervo", que los fans de Armored Core reconocerán sin duda. No pasará mucho tiempo hasta que Cuervo empiece a ganar notoriedad, tanto entre las corporaciones como entre otros mercenarios. La batalla campal que se está librando en Rubicon a menudo pasa por sus manos. Este es un juego extraño donde podemos personalizar con mucho detalle las capacidades de combate del protagonista, como en todo juego de mecas, hasta el punto de que no quede ningún identificativo original. ¿Quién es Cuervo realmente? Solo sabemos que controla un meca con un arsenal cada vez mayor a su disposición.
«Este es un juego extraño donde podemos personalizar con mucho detalle las capacidades de combate del protagonista, como en todo juego de mecas, hasta el punto de que no quede ningún identificativo original. ¿Quién es Cuervo realmente?»
La personalización del meca es un punto fundamental del juego. Como ya es tradicional en Armored Core, cuando terminas una misión ganas créditos, y parte de lo que has ganado se destina a sufragar los gastos de reparación y munición. Juega de la forma más eficiente posible para ganar más dinero, y luego usa ese dinero para comprar nuevas piezas en la tienda. Equipa distintas armas en cada mano y cada hombro, cambia el chasis del meca (cabeza, torso y piernas), su fuente de energía o su propulsor. La cantidad de opciones diferentes permite estilos de juego muy variados. Equipa un chasis ligero y tendrás mucha facilidad para volar y esquivar; usa armas de contención como ametralladoras para no dejar un respiro al enemigo; prepara un arma de cuerpo a cuerpo en tu brazo izquierdo para asestar un brutal revés cuando le hayas acorralado. Encontrar tu estilo de combate favorito no es fácil, y también depende de con quién estás luchando: algunos jefes son débiles a determinadas estrategias, mientras que los enemigos rasos requieren un meca equilibrado.


A diferencia de un juego de acción convencional, Armored Core permite cambiar por completo todo nuestro equipamiento en cualquier momento sin penalizaciones. Si no te gustan las armas o piezas que tienes, véndelas todas al precio que las habías comprado y adquiere otras. Esta flexibilidad ofrece la oportunidad de experimentar sin fin, es muy divertido ir refinando nuestra máquina de guerra al gusto, y batir las misiones más difíciles con una configuración que hemos trabajado continuamente. Conforme avanza el juego, obtenemos nuevas piezas que ofrecen mayores posibilidades de personalización y, si las aprovechamos con astucia, seremos capaces de montar mecas mucho más poderosos. Entender todos los parámetros del meca puede parecer agotador al principio, pero la ayuda contextual es muy útil, y pronto nos encontraremos como pez en el agua sustituyendo baterías de misiles por cañones de plasma, o confeccionando un meca capaz de rodear rápidamente al enemigo para extinguir sus defensas.
El jugador, ingeniero y piloto
El combate llega a ser bastante complejo en lo mecánico, bastante más complejo que otros juegos de FromSoftware y que otros juegos de acción en general. Acción es la palabra: este juego consiste en disparar, pero no en el sentido convencional, ya que la puntería no es demasiado importante. El meca apunta automáticamente a los enemigos que tenga enfrente, siempre y cuando su módulo de rastreo lo facilite. De este modo, la principal dificultad consiste en tener a los enemigos en el punto de mira, y sobre todo, esquivar sus disparos. La jugabilidad es muy evasiva, nos pueden disparar y lanzar misiles, ondas de energía y llamaradas desde cualquier ángulo y nuestro meca no es demasiado resistente. Es común cometer un error y ver cómo un ataque combinado nos hacer perder más de la mitad de la salud en un instante, en especial si han roto la actitud del meca. Mientras esquivar ya nos mantendrá bastante ocupados, decidir cuándo disparar con las cuatro armas que lleva el meca simultáneamente también requiere mucha concentración: es importante controlar la munición, el tiempo de recarga y el efecto de cada arma, que a menudo son distintos.
«Equipa un cañón o un arma destinada para reducir al máximo la actitud del enemigo, y trata de usarla de la forma más acertada posible para aturdir lo antes posible»
¿Qué es la actitud? Conocido en otros juegos como postura o poise, esta entrega de Armored Core incorpora la capacidad de que un meca se pueda agotar y quedar aturdido durante unos momentos, reduciendo drásticamente la defensa y quedando expuesto a los ataques. Esta mecánica, vista en juegos como Sekiro o Elden Ring, tiene unas implicaciones muy diferentes en Armored Core. Romper la actitud de otro meca exige una configuración específica del meca, y a menudo no es opcional: si no conseguimos romper la actitud de ciertos jefes, será mucho más difícil acabar con ellos. Equipa un cañón o un arma destinada para reducir al máximo la actitud del enemigo, y trata de usarla de la forma más acertada posible para aturdir lo antes posible. En el momento de aturdirlo, desenfunda todo lo que tengas en la recámara para hacer el máximo daño posible.


Todos los elementos citados orquestan un sistema de combate exigente, muy divertido y súper gratificante. El descubrimiento de las posibilidades que ofrece la jugabilidad, desde que el primer contacto en la misión de aterrizaje, hasta el jefe final del juego, es una montaña rusa dirigida por la curiosidad, la experimentación y muchas muertes. En efecto, esto no deja de ser un juego de FromSoftware, y pese a las enormes diferencias que hay con Dark Souls o Sekiro, la dificultad llega a niveles muy altos en ciertos puntos. Lo que hace que Armored Core VI sea más accesible es que muchas de las misiones son de dificultad baja, pensadas para dominar aspectos concretos del juego. Algunos enfrentamientos son verdaderamente espectaculares, combates de una grandilocuencia extraordinaria contra criaturas mecánicas impresionantes, a veces intimidantes, otras veces gigantescas. A pesar de que controlamos a una máquina de guerra bípeda gigante, a menudo nos sentimos pequeños: la escala de los peligros en Rubicon es capaz de superar todas las expectativas.
«Armored Core VI se siente más restringido de lo que debería»
Mientras que la jugabilidad de Armored Core VI es exquisita, y encaja a la perfección con su enfoque arcade (nada parecido al carácter aventurero de un Dark Souls, por ejemplo), echo en falta un poco más de ambición. En esencia, Armored Core VI se siente más restringido de lo que debería. Los escenarios son igual de pequeños que han sido siempre, y nos encontraremos chocando con paredes invisibles que nos nos dejan ir más allá, incluso en pleno combate. La variedad de misiones es menos alta de lo que podría haber sido, pues la mayoría son simplemente un encargo de atravesar una zona y destruir todo lo que hay en el camino. Cuando se sale de este guión, Armored Core VI brilla con especial intensidad; recuerdo vívidamente una misión de proteger un área de los ataques enemigos nos exige dominar el espacio y no solo ser eficiente en el combate, sino también vigilar el radar. Otra misión también memorable nos sitúa en una gigantesca estructura por la que introducirse para destruir su interior, y acto seguido comienza una huida desesperada para no acabar enterrado en los escombros de la inminente explosión. Son fórmulas sencillas, que no se explotan demasiado, y podrían haber otorgado mayor riqueza a la experiencia.
Conclusiones
FromSoftware realiza un quiebro que pocos se veían venir, y trae a la actualidad su franquicia histórica con una solidez absoluta. Armored Core VI: Fires of Rubicon es intenso, sorprendente, en ocasiones agotador, con picos de dificultad considerables y por encima de todo, una identidad que brilla 25 años después. Queremos que FromSoftware continúe trabajando en Armored Core porque ha demostrado que tiene mucho que decir, pues ha confeccionado un juego de acción realmente espectacular, al que solo le podemos señalar una pequeña inseguridad: esta ha sido una apuesta menos atrevida que las de sus hermanos pequeños los souls, pero no por ello menos acertada.
Alternativas
MechWarrior 5: Mercenaries, Daemon X Machina
Mucha profundidad en el combate, lo que permite gran rejugabilidad. Argumento bien hilado
Se echa en falta una pizca más de ambición. Más variedad de misiones hubiese sido ideal
Impresionante y robusto como los mecas que lo protagonizan, Armored Core VI es un festín de acción frenética y ambientación absorbente