Es la hora de forjar un nuevo futuro

Parece que los aficionados a los juegos de estrategia de gestión están de enhorabuena. Tras el estupendo Trópico 4 llega a las tiendas una nueva entrega de la legendaria serie Anno, esta vez ambientada en un futuro desolador del que ya nos habían advertido, como si se tratase de un guiño visionario de lo que podría ocurrirle a nuestro planeta si no se toman medidas urgentes.

En el año 2070 los excesos del ser humano, generación tras generación, han tenido graves repercusiones. El cambio climático, los daños al medioambiente, la escasez de recursos y la subida del nivel del mar han originado que la humanidad esté al borde de la extinción, que los metros cuadrados de superficie terrestre se hayan visto reducidos drásticamente y que lo que antes eran tierras fértiles llenas de recursos ahora sean pequeños islotes sin utilidad.

Como se puede apreciar, el futuro no pinta nada alentador, pero para eso estamos nosotros aquí. En esta ocasión, y sin que sirva de precedente, no vamos a colonizar tierras vírgenes, sino que vamos a volver a poblar un planeta desolado por el calentamiento global y con unos recursos muy limitados. Las nuevas tecnologías y la exploración de los fondos marinos en busca de materias primas pueden ser la salvación soñada para la humanidad.

Pero no todo es tan sencillo como parece. Tenemos que encontrar un equilibrio de progreso entre dos facciones muy diferenciadas. Por un lado están los magnates, visionarios del progreso tecnológico que basan su sistema en la industria, proporcionan un buen número de empleos a la población y obtienen una enorme cantidad de energía gracias a sus agresivos métodos. El punto negativo se establece en la contaminación, motivo por el cual estamos en la situación actual y que hay que evitar a toda costa. Por eso existen Ecos, una organización ecologista que opta por el progreso del mundo sin contaminación, lucha por conservar las escasas reservas naturales y obtiene los recursos mediante energías alternativas y tecnología avanzada.

Por lo tanto, nos encontramos ante un dilema: optar por el progreso rápido pero contaminante de los primeros o ecologista pero lento de los segundos. Menos mal que no tenemos que elegir uno u otro, simplemente hay que encontrar un equilibrio estable que nos permita crear un nuevo mundo, siempre que se tenga contenta a la plebe. Una tercera asociación también entra en escena, Tech, dirigida por científicos destacados que se consideran los más capacitados para liderar el progreso mundial. No obstante sólo aportan un granito de arena más mientras las otras dos organizaciones desean hacerse con los servicios de sus investigaciones, pues pueden tener la llave al conflicto energético que tantos problemas está dando.

La mecánica de juego no se diferencia mucho de lo ya visto anteriormente en otros títulos de la serie. De hecho es prácticamente igual si no tenemos en cuenta el avance gráfico conseguido y que nos encontramos en un futuro apocalíptico, por lo que las unidades y edificaciones son completamente nuevas. Los jugadores más experimentados se van a encontrar con un nuevo reto que a la vez les será familiar. Lo mejor es la fácil adaptación a su sistema de control, que permite que las personas más novatas puedan dirigir sin ningún tipo de problema cualquier característica del juego. Puede que al principio el número de opciones y la cantidad de mensajes que aparecen en pantalla puedan nublar y confundir, pero el proceso de aprendizaje es rápido y permite disfrutar de la acción desde el primer minuto.